En torno al 60 por ciento de los vuelos del aeropuerto parisiense de Orly fueron anulados ayer, en el primer día del paro de cinco días convocado por los controladores aéreos en protesta por la polémica reorganización del control aéreo y del cumplimiento de los servicios mínimos.
En torno al 60 por ciento de los vuelos del aeropuerto parisiense de Orly fueron anulados ayer, en el primer día del paro de cinco días convocado por los controladores aéreos en protesta por la polémica reorganización del control aéreo y del cumplimiento de los servicios mínimos.
El cien por cien de los controladores de Orly secundó ayer el paro, lo que augura una semana complicada en el tráfico aéreo en la región parisiense, ya que hoy martes y mañana miércoles también están llamados a la huelga los controladores de Roissy-Charles de Gaulle, el primer aeródromo de la capital. La aerolínea Air France anunció que sólo garantizaba hoy el 40 por ciento de sus vuelos de corta y media distancia con salida o llegada a Orly, al tiempo que precisó que se mantendrán los de larga distancia, al igual que el conjunto de los vuelos a Roissy-Charles de Gaulle. Los 120 controladores de Orly ya fueron llamados a la huelga el pasado miércoles, lo que provocó disfunciones en el tráfico aéreo, una situación que puede ser más grave esta semana si el paro es mayoritariamente secundado por los 400 controladores de Roissy. Los sindicatos que han convocado estos paros han sido acusados de llamar a la huelga en plenas vacaciones escolares, una crítica rechazada por las centrales, que aseguran que trabajaron el fin de semana, cuando hubo más desplazamientos. La huelga pretende detener el proyecto de concentración de todo el control aéreo en Roissy-Charles de Gaulle, al norte de París, lo que implica el traslado de una parte de los controladores de Orly, situado al sur de la capital. Los sindicatos aseguran que esta reestructuración "no se apoya en ningún estudio técnico y no se justifica con hechos", por lo que no entienden el traslado de los trabajadores al otro lado de la región, que les supondría recorrer a diario unos 80 kilómetros o más entre sus domicilios y sus trabajos.
El paro esconde también un enfrentamiento entre sindicatos, ya que la reestructuración del tráfico aéreo de la región de París fue propuesta por el mayoritario Sindicato Nacional de Controladores del Transporte Aéreo (SNCTA) sin concertarlo con los minoritarios. Algunos controladores afiliados al SNCTA también han criticado a la dirección del sindicato, al considerar que el acuerdo no fue sometido a la opinión de sus miembros. La tensión entre los sindicatos y el Ministerio de Transportes encontró otro campo de batalla en la definición de los servicios mínimos, considerados abusivos por los sindicatos, que han acudido a los tribunales ante lo que consideran una "traba al derecho de huelga". Alegan que el paro del pasado miércoles en Orly fue secundado por el 100 por ciento de los controladores, pero que se obligó a los controladores requisados a asegurar el 40 por ciento de los vuelos en condiciones de trabajo "contradictorias con las normas aceptables de seguridad". Al desorden laboral que afronta el tráfico aéreo durante la semana, se añade la incertidumbre que pesa sobre la aerolínea Air Litoral, privada de licencia de vuelo desde el pasado viernes, y que ha dejado en tierra a todos sus pasajeros y sus 17 aviones. La dirección de la aerolínea recurrió hoy ante el Tribunal Administrativo de Marsella, al sureste de Francia, contra la suspensión de su licencia, que le ha costado 1,5 millones de euros, "sin contar los costos de un eventual reanudación" de actividad, indicó un portavoz de la empresa. El grupo Alain Duménil, candidato designado por el Tribunal de Comercio de la ciudad sureña de Montpellier para hacerse con la aerolínea, deberá poner hoy sobre la mesa al menos un millón de euros, que se sumaría a los cuatro que la región propone adelantar, para evitar la desaparición de esta compañía de vuelos regionales. El Ministerio de Transportes adujo, al rehusar la renovación del certificado de transportista aéreo de Air Littoral, que el comprador no había presentado "los justificantes y fondos" necesarios. Si cumple estos compromisos ante el tribunal de Montpellier, como ha prometido, la compañía, con base en esa ciudad, podría recuperar su licencia y conservar, al menos de momento, diez aviones y 292 trabajadores.
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