El aumento de la ocupación es la clave para la rentabilidad del turismo rural en Tenerife

El aumento de la ocupación media en los establecimientos de turismo rural de Tenerife, que actualmente se sitúa algo por encima del 30 por ciento, es una de las claves para la rentabilidad, según Juan Antonio López Vergara, presidente de Attur, la asociación que reúne a los propietarios de estos alojamientos. López Vergara y el vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife, José Manuel Bermúdez, presentaron el viernes la encuesta sobre turismo rural 2003 en Tenerife, tercera consecutiva que se realiza en este sector, que en la isla cuenta con 1.289 plazas distribuidas en 149 alojamientos. La encuesta revela que los usuarios de los alojamientos rurales suelen ser alemanes y españoles con unos ingresos brutos anuales familiares de más de 48.000 euros, que conocen y contratan sus estancias por internet y que pagan 29,17 euros por noche. Estos turistas eligen el alojamiento rural sobre todo por la tranquilidad y el alejamiento del turismo de masas, según la encuesta, y en mucha menor medida buscan el paisaje, el clima y el contacto con la naturaleza. La encuesta revela el alto grado de valoración global del alojamiento (8,68 puntos sobre diez) por parte de los usuarios, y los aspectos más positivos son el trato recibido, la limpieza, el mobiliario y la decoración, el equipamiento, la confortabilidad, los ruidos y la localización, por ese orden. Más abajo en la valoración, aunque por encima de los 7,6 puntos, están el paisaje del entorno, la temperatura del alojamiento y los accesos, cuestiones en las que hay que mejorar, dijo Bermúdez. La mayoría de los alojamientos rurales están en las comarcas de Chasna-Isora (56 establecimientos) y Noroeste (46), y por detrás están el área metropolitana (20), el sureste (15) y Tacoronte-Acentejo (12), hasta un total de 149. Por tipos de alojamiento, la mayoría son casas rurales (119), con una media de 6,8 plazas, y también hay quince hoteles rurales, que cuentan con 26,3 plazas de promedio, y quince viviendas turísticas. La ocupación media en las casas rurales es del 32,44 por ciento, en los hoteles rurales sube al 55,74 y en las viviendas turísticas del 31,89. El 65 por ciento de los establecimientos está en suelo rústico y la antigüedad de las edificaciones suele estar entre los 50 y los 200 años. El hotel rural es el alojamiento más caro, con una media de 43,56 euros por persona y noche, seguido de la casa rural, con 22,07 euros, y la vivienda turística, con 16,94. Internet es el canal de promoción más importante de estos alojamientos rurales, aunque también son relevantes las guías y folletos, TurEspaña y el boca a boca. La comercialización a través de internet es la más utilizada, así como la gestión directa. La mayoría de visitantes son parejas sin niños, casi el 64 por ciento del total, y sólo el 10 por ciento son parejas con niños, mientras que en torno al 15 por ciento son grupos de amigos. El análisis realizado por el Cabildo de Tenerife señala que el turismo rural cuenta con oportunidades por el creciente interés por un turismo activo, por la saturación de los destinos tradicionales y por la importancia del empleo y los ingresos alternativos en el mundo rural. Pero también tiene amenazas, como el peligro de masificación o la proliferación de zonas residenciales en el área rural. Las debilidades que se han detectado en el sector son la poca integración de los propietarios en la comunidad rural en la que están los establecimientos, la poca formación empresarial y profesionalización del personal, los bajos niveles de ocupación y el alto coste de las rehabilitaciones, entre otras. Como aspectos fuertes del sector están la oferta de calidad, el alto nivel de asociacionismo, el trato personalizado, la revalorización de los edificios y el clima favorable.