El avión más grande del mundo, el Airbus 380, del que la empresa toledana ICSA ha diseñado y construido tres piezas que formarán parte del estabilizador horizontal de la nave, comenzará a volar en pruebas a principios de 2005 y su primer vuelo comercial está previsto para marzo de 2006.
El avión más grande del mundo, el Airbus 380, del que la empresa toledana ICSA ha diseñado y construido tres piezas que formarán parte del estabilizador horizontal de la nave, comenzará a volar en pruebas a principios de 2005 y su primer vuelo comercial está previsto para marzo de 2006.
Así lo anunció ayer jueves el director general de Airbus España, Manuel Hita, al que le fue entregado de forma simbólica el denominado "borde de ataque", una de las piezas que contribuye a dar estabilidad a la aeronave y que se encuentra antes del ala trasera, construido por ICSA. Al acto de presentación de la pieza asistieron el consejero de Industria y Trabajo, Alberto Saiz, la consejera de Ciencia y Tecnología, Marta Roldán, y el director general de ICSA, José Álvarez. El "borde de ataque" está compuesto por dos piezas de 17 metros de longitud cada una, construidas con fibra de carbono y aluminio, y formará parte del estabilizador horizontal del A-380, al igual que el borde de salida y la unión de cajones, tres elementos en los que ICSA ha invertido más de 200.000 horas de trabajo y 36 millones de euros. El director general de Airbus España, compañía para la que trabaja ICSA, en la que también participan empresas aeronáuticas de Francia, Reino Unido y Alemania, señaló que el borde de ataque llegará, junto a los otros componentes del A-380 fabricados en España, el 31 de mayo a Toulouse (Francia), donde el 25 de abril comenzará el montaje final del avión. A comienzos de 2005 está previsto que el A-380 comience a volar en pruebas durante un año y en marzo de 2006 la empresa "Singapur Airlines" fletará el primer vuelo comercial del "avión más grande del mundo", que tendrá una cabina de pasajeros con 555 asientos, distribuidos en dos plantas, según explicó Hita. Hita agradeció el esfuerzo de los trabajadores de ICSA para cumplir los plazos de entrega, a pesar de "los graves problemas a los que se enfrentaron cuando su empresa se quedó sin financiación", y les recordó que "lo difícil viene ahora, ya que tendrán que aumentar el ritmo de producción, puesto que si ahora se fabrica un avión cada mes, dentro de dos años se construirá uno a la semana".
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