Costa Brava Sur será el primer plan de reconversión de destinos maduros de Cataluña

De momento, los ayuntamientos de las tres localidades han firmado un acuerdo para solicitar dicho proyecto de manera conjunta. Xavier Crespo, alcalde de Lloret de Mar, explica en esta entrevista las principales características y objetivos del plan.

¿Qué significará un plan de reconversión integral para los tres destinos implicados?

Es una gran oportunidad para generar una visión común de los tres municipios, que históricamente han estado muy relacionados, y que hoy constituyen el principal destino de Cataluña, a excepción de la ciudad de Barcelona. Además, las tres localidades suman 90.000 habitantes y constituyen un núcleo de actividad terciaria que podrá ahora estructurarse y especializarse.

¿Qué caracteriza a cada uno de los tres municipios implicados y cuáles son las sinergias?

Lloret como un gran destino turístico, Blanes con una oferta complementaria importante y Tossa como destino singular, pequeño y de calidad, podrán planificar conjuntamente el desarrollo de su modelo turístico futuro desde una perspectiva integradora y ambiciosa.

¿Qué tipo de actuaciones contemplan?

Proyectos relacionados con la mejora de la accesibilidad y de las infraestructuras, la renovación y la especialización de la oferta de alojamiento y de equipamientos. Queremos atraer inversiones y nuevos proyectos. La conectividad entre los tres municipios es un factor crítico para su futuro, para posicionarnos como un destino diferenciado, de calidad y sostenible.

¿Cuál es la principal ventaja de ir juntos?

Este tipo de proyectos permiten visualizar el conjunto de los tres destinos como un todo y enfocar el desarrollo de los diferentes tipos de productos para mejorar la competitividad de cada uno de los destinos.

¿Cuáles serían los riesgos de no llevar a cabo un proyecto de reconversión integral de esta magnitud?

Cataluña es el primer destino de España, con una gran cantidad de plazas y un sector estructurado y maduro. Todo esto, que en el pasado ha constituido una importante ventaja, tiene que ponerse al día y continuar siendo competitivo. Como destinos maduros no podemos competir contra los nuevos destinos del Caribe o de Turquía en términos de resorts, playas o grandes espacios vírgenes. Pero sí podemos competir en profesionalidad, adecuación de los espacios urbanos, ofreciendo seguridad, limpieza, servicios médicos, un entorno rico en experiencias, en comercio, en gastronomía y espacios culturales... Todo esto en entornos urbanísticamente atractivos y con una oferta de calidad y preocupada por la sostenibilidad.

¿Y si se quedan tal como están ahora?

El problema para muchos destinos es que necesitan poner en marcha nuevos proyectos de esta categoría para mantener la competitividad y sobre todo, para generar condiciones que atraigan nuevas inversiones y generar nuevos ciclos de consolidación de los destinos.

¿Qué papel debería tener el sector privado en este proceso?

Es fundamental. La iniciativa privada es la encargada de renovar su oferta, de generar nuevas inversiones y negocios... De hecho los programas de recalificación de destinos maduros incentivan de forma importante la inversión privada pues sin ella el conjunto del proyecto no tiene sentido. La inversión pública debe dirigirse a poner en valor el territorio y las infraestructuras, pero la provada es la responsable de que los alojamientos sean de calidad, que la oferta gastronómica y de equipamientos sea moderna y atractiva, que se creen nuevos productos.

¿Administración y sector privado deberán entonces caminar juntos en este plan?

En el entorno actual, y en el que viene, es necesario que este tipo de proyectos se planifiquen y se ejecuten de forma conjunta entre el sector público y el privado. Hay que buscar la sostenibilidad a largo plazo del destino y esto sólo se podrá conseguir a través de la colaboración constructiva entre ambas partes, fijando objetivos comunes y estrategias compartidas.