El presidente de la Comisión de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez, asegura que el sector turístico de la comunidad mantiene sus previsiones para el ejercicio a pesar de los atentados terroristas de Madrid y dijo que no se esperan fuertes variaciones.
El presidente de la Comisión de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez, asegura que el sector turístico de la comunidad mantiene sus previsiones para el ejercicio a pesar de los atentados terroristas de Madrid y dijo que no se esperan fuertes variaciones.
Sánchez, en declaraciones a Efe, explicó que, en materia de reservas, "no se han notado absolutamente nada" los trágicos sucesos del pasado 11 de marzo en Madrid ni se han registrado anulaciones en la agencias de viajes de la comunidad. El terrorismo, según lamentó el dirigente empresarial, "desgraciadamente" es una lacra que afecta al mundo entero y los ciudadanos han de acostumbrarse a no alterar su programa de futuro, en este caso el relativo a sus vacaciones. En materia turística, indicó que "no esperamos que ocurra absolutamente nada", salvo la indignación que se comparte como ciudadanos, por lo que se mostró convencido de que para las próximas vacaciones de Semana Santa las previsiones no variarán en cuanto a reservas y viajeros. Consideró que, al igual que en años anteriores, es importante que haga buen tiempo y se mostró confiado en que "el turismo nacional acudirá a llenar nuestras costas como viene siendo habitual". Recordó que el 11-S afectó a en parte en cuanto al turismo de origen norteamericano, pero el resto de Europa "siguió funcionando igual", en lo relativo a las cifras de crecimiento de viajeros, que en los tres últimos años, según valoró, ha sido "espectacular en la comunidad y espero que continúe en esta línea". Aunque eludió precisar las previsiones del sector para el ejercicio porque aún es prematuro y porque el turismo vacacional es "muy móvil", confió en que los resultados sean favorables. No obstante, reconoció que el turismo de sol y playa, en los dos últimos años, está perdiendo cuota de mercado en España en beneficio de otros países que tienen unos costes de explotación más baratos, como por ejemplo Malta, Turquía o Bulgaria, entre otros.
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