Un fallo técnico del control de tráfico centralizado se baraja como la causa más probable del accidente ferroviario en el que 23 personas resultaron heridas el viernes al colisionar frontalmente dos trenes Talgo de la línea Madrid-Galicia en la estación de Linarejos (Zamora).
Un fallo técnico del control de tráfico centralizado se baraja como la causa más probable del accidente ferroviario en el que 23 personas resultaron heridas el viernes al colisionar frontalmente dos trenes Talgo de la línea Madrid-Galicia en la estación de Linarejos (Zamora).
El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Antonio Monfort Bernat, explicó en Zamora que desde el centro de control de León se dio la instrucción para que el tren que procedía de Galicia se desviara por una de las vías para no chocar con el que se encontraba parado en la otra.
Sin embargo, por motivos que aún se desconocen, el sistema falló y la orden que se dio al ordenador de León que controla los cambios de agujas no se cumplió, según apunto Monfort Bernat, que advirtió que aún hay que tener cautela sobre el origen del accidente.
Agregó que desde hace quince meses la línea ferroviaria en la que se produjo el siniestro se encuentra automatizada, por lo que todas las operaciones de cambio de agujas se realizan desde el telemando de León, donde existe además un registro de control de todas las órdenes de cambio de agujas.
El Talgo que procedía de Galicia había efectuado antes del choque una decena de paradas técnicas debido a que una tormenta causó ayer problemas en el centro de control de Orense, que regula los cambios de agujas hasta la localidad de Puebla de Sanabria.
A partir de este lugar, es el centro de León el que regula el tráfico ferroviario, según explicó a Efe el maquinista Manuel Fregenal, que resultó herido grave y se encuentra hospitalizado en el hospital Virgen de la Concha de Zamora.
Manuel Fregenal, que sufre fractura de tobillo y lesión en una vértebra, explicó que, aunque tenía el semáforo en verde, cuando vio que el convoy se metía por la vía en la que estaba parado el otro Talgo accionó el freno de emergencia.
Esto amortiguó las consecuencias del impacto, ya que permitió reducir la velocidad de unos cien a sesenta o setenta kilómetros por hora.
Tras el choque, la locomotora se incendió y este maquinista residente en Orense tuvo que utilizar un extintor y abrirse paso entre el amasijo del hierros para salir del tren.
Por lo que respecta al resto de víctimas del accidente ferroviario, el director general de Infraestructuras indicó que los 17 heridos leves y dos heridos graves han sido ya dados de alta de los centros hospitalarios en los que eran atendidos, por lo que sólo permanecen ingresadas cuatro personas graves, sin que se tema por la vida de ninguno.
Entre los hospitalizados se encuentra tanto Manuel Fregenal, que sufre lesión en una vértebra y fractura de tobillo, como el maquinista del otro tren implicado, Miguel Rouco, quien está ingresado en el hospital de Verín (Orense).
Además, se encuentran ingresados otras dos personas: Emilio Parejo, que está en un hospital salmantino con un esguince y una rotura del fémur; y Joaquín Losada, que permanece en el hospital General Yagüe de Burgos por aplastamiento en una pierna.
En los dos trenes que colisionaron en Linarejos (Zamora), que cubrían la línea Madrid-Galicia, cada uno en un sentido, viajaban un total de 520 personas que tres horas después del siniestro habían reanudado ya el viaje por carretera, excepto las personas heridas.
Antonio Monfort Bernat destacó la coordinación existente en las labores de rescate de las víctimas y atención a los heridos. (Redacción/HOSTELTUR) (redaccion@hosteltur.com)
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