Los británicos compraron cuatro de cada diez casas nuevas que se construyeron en las costas españolas en 2003 y destinaron la mayoría a residencia de vacaciones o para sus jubilaciones, según un estudio del banco Barclays dado a conocer en Londres.
Los británicos compraron cuatro de cada diez casas nuevas que se construyeron en las costas españolas en 2003 y destinaron la mayoría a residencia de vacaciones o para sus jubilaciones, según un estudio del banco Barclays dado a conocer en Londres.
Miles de británicos deseosos de sol y playa se han decantado por adquirir viviendas nuevas tanto en España como en Francia, concluye el estudio, del que hoy se hace eco la prensa del Reino Unido. La media de coste de una casa en España, en destinos como Benidorm, Mallorca y otras zonas turísticas, asciende a 130.000 euros, mientras en Francia es de 120.000, lo que anima a los británicos a cruzar las fronteras. Como consecuencia de este fenómeno se está produciendo un incremento del valor de la propiedad española, con un aumento del 21 por ciento cada año del suelo de las islas Baleares, tres veces más de lo habitual, de acuerdo con Barclays. Según el banco británico, este "boom" se debe a una impresionante subida del valor de la propiedad en el Reino Unido, así como a los bajos tipos de interés en Europa y el mayor número de destinos de las líneas aéreas de bajo coste.
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