El encarecimiento del petróleo no se reflejará en los precios que apliquen las agencias de viajes a sus clientes esta temporada, aunque si se mantiene esta situación la subida se reflejará en las nuevas tarifas para la temporada de invierno. En declaraciones a EFE ayer jueves, el presidente de la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas (CAAVE), Jesús Martínez Millán, dijo que "a estas alturas del verano, que ya está casi todo vendido, no le podemos plantear a nadie una subida".
El encarecimiento del petróleo no se reflejará en los precios que apliquen las agencias de viajes a sus clientes esta temporada, aunque si se mantiene esta situación la subida se reflejará en las nuevas tarifas para la temporada de invierno. En declaraciones a EFE ayer jueves, el presidente de la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas (CAAVE), Jesús Martínez Millán, dijo que "a estas alturas del verano, que ya está casi todo vendido, no le podemos plantear a nadie una subida".
Martínez Millán explicó que no se puede modificar el precio de un paquete turístico en los veinte días previos a la fecha del viaje, por lo que, en caso de subida, sólo sería aplicable a partir del 25 de agosto, "que está vencida la temporada". No obstante, un incremento de los precios no repercutirá mucho al cliente, ya que en los paquetes turísticos que venden los turoperadores, la incidencia del avión en el precio supone en torno al 40 por ciento del precio total, ya que otro 40 por ciento corresponde a servicios de tierra y un 20 por ciento a márgenes de comercialización. "Es decir, que si a ese 40 por ciento, se le aplica un incremento del 3 por ciento por el aumento de tarifa de la compañía aérea, supondría una subida de 1,2 puntos y ese paquete en vez de costar 100 costará 101,2", explicó. El suplemento que los turoperadores añaden en los precios en concepto de subida de combustible suele trasladarse a las agencias minoristas, quienes después deciden si, a su vez, se lo trasladan al cliente "pero la cantidad suele ser pírrica y muchas agencias prefieren asumir los 10 euros que pueda costar dicho aumento". "Mi experiencia es que el 99 por ciento de los viajeros deciden seguir con su viaje y en una minoría de los casos lo anulan por razones ajenas a la subida del precio", añadió Martínez Millán.
Por otra parte, el presidente de CAAVE matizó que, a medio plazo, las aerolíneas de vuelos regulares tienen hechas "compras a futuro" y probablemente han concertado su consumo de combustible hasta final de año "si esto es así, las compañías no tienen necesidad de subir los precios por el momento". A pesar de todo, si el petróleo sigue subiendo "el año que viene, cuando se planifiquen las nuevas tarifas, las compañías tendrían que calcular sus precios incorporando ese nuevo factor del precio del petróleo". Martínez Millán aseguró que el petróleo supone entre un 18 a un 20 por ciento del conjunto del precio de un billete aéreo y el resto corresponde a conceptos como amortización del avión, aeropuertos, seguros, tripulaciones o comercialización, entre otros. Por tanto, si se produce una "subida transitoria" a causa del encarecimiento del combustible, el incremento repercutirá sólo en la parte del 20 por ciento del billete, que en el precio total supondría entre dos a cuatro puntos. Con esa subida el mercado "no pestañea", según el presidente de CAAVE, porque "no habrá un solo pasajero que esté pagando 100 euros por un billete que se niegue a viajar si ese mismo billete le cuesta 104 euros". Señaló que "si alguien quiere justificar en el futuro una subida desproporcionada, será que quiere aprovecharse de la situación". No obstante, dijo que el mercado aéreo es "muy sensible" en cuanto a la competencia entre las distintas compañías, "y se lo piensan mucho antes de subir las tarifas; de hecho continúan bajando", añadió.
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