El Gobierno de EEUU y los dueños de casinos de Las Vegas (Nevada) se han enzarzado en acusaciones mutuas de falta de cooperación a causa de dos vídeos sobre objetivos de ataques de Al Qaida hallados en Madrid y en Detroit (Michigan).
El Gobierno de EEUU y los dueños de casinos de Las Vegas (Nevada) se han enzarzado en acusaciones mutuas de falta de cooperación a causa de dos vídeos sobre objetivos de ataques de Al Qaida hallados en Madrid y en Detroit (Michigan).
La controversia también involucra a las autoridades municipales y de policía de Las Vegas, descrita como la "Ciudad de Satán" en uno de los vídeos encontrado en Madrid y realizado por operativos de la red terrorista en agosto de 1997. Varias informaciones divulgadas ayer martes, entre ellas por el diario "Las Vegas Review Journal", afirman que fuentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en esa ciudad se lamentaron de que los dueños de casinos y autoridades locales no atendieron una invitación para ver los vídeos. Oscar Goodman, alcalde de la "Meca del Juego", cuyos ingresos provienen casi en su totalidad del turismo alentado por los casinos, dijo a la cadena de televisión CNN que "nunca" ha habido descuidos de seguridad en esa ciudad, como aseguran funcionarios de Justicia. En igual sentido reaccionaron representantes de los casinos, especialmente de "MGM Grand", "New York, New York" y "Excalibur", cuyas secuencias aparecen en los vídeos hallados en Madrid y en Detroit, y señalados como eventuales objetivos por Al Qaida. Esos hoteles-casino, con un total combinado de 11.000 habitaciones y a corta distancia uno del otro, figuran también en el vídeo incautado a una célula de esa red terrorista en Detroit. Goodman había asegurado este lunes que jamás se le informó sobre la existencia de esos vídeos, incautados en Madrid y Detroit en 2002. Asimismo, explicó a la prensa que el FBI le aseguró que no existían amenazas de terrorismo creíbles contra Las Vegas. El alcalde subrayó que, de haberse dado cuenta de la existencia de esas posibles amenazas, no tenía ninguna razón para ocultarlas al público. Los fiscales federales creen que las autoridades de Las Vegas habían sido alertadas acerca de los vídeos a finales de agosto de 2002. Algunos de los investigadores suponen que los casinos y las autoridades no tomaron acción por temor a los efectos negativos que las amenazas terroristas podrían tener en la industria del turismo, si se hacía público el contenido de las filmaciones, señala el "Review-Journal". Las acusaciones mutuas ocurren más de una semana después de que el Departamento de Seguridad Nacional aumentó el nivel de alerta en Nueva York, Washington y Newark (Nueva Jersey) tras detectar información de Al Qaida sobre posibles objetivos de atentados en esas ciudades. Esa información descubierta en una computadora incautada en Pakistán a un supuesto miembro de esa red terrorista era anterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
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