La huelga convocada por el comité de empresa de Iber-Swiss del centro de trabajo de La Muñoza, polígono cercano a Barajas (Madrid), para los días 14, 15 y 16 afectará al suministro de "catering" de los aviones de Iberia, principal cliente de esta empresa, que despeguen desde el aeropuerto madrileño.
La huelga convocada por el comité de empresa de Iber-Swiss del centro de trabajo de La Muñoza, polígono cercano a Barajas (Madrid), para los días 14, 15 y 16 afectará al suministro de "catering" de los aviones de Iberia, principal cliente de esta empresa, que despeguen desde el aeropuerto madrileño.
Fuentes de Iberia confirmaron a Efe que, durante los tres días de huelga, se producirán problemas en la distribución del "catering", por lo que la compañía intentará paliar en la medida de lo posible la falta de comida y bebida en los vuelos y garantizará a los clientes unos mínimos de este servicio a bordo. Concretamente, Iberia informará a sus pasajeros de que, en los vuelos con destinos nacionales, europeos y del norte de Africa, la bebida estará garantizada, mientras que a los viajeros de las rutas de largo recorrido se les facilitará, en la zona de embarque de Barajas, una bolsa con comida y bebida. Iber-Swiss Catering pertenece a la multinacional Gate Gormet Holding, que disponía del 30 por ciento del capital social hasta que adquirió el 70 por ciento restante que estaba en manos de Iberia, operación que fue autorizada el pasado 5 de abril por el Servicio de Defensa de la Competencia. Fuentes del comité de empresa de Iber-Swiss en La Muñoza, centro en el que trabajan unos 750 empleados que elaboran los productos alimenticios y distribuyen el "catering" a las aeronaves, explicaron a Efe que la huelga ha sido convocada en protesta por la intención de la dirección de la empresa de "retirar el convenio colectivo que lleva 25 años de vigencia" y de acometer un expediente de regulación de empleo "que afectaría al 50 por ciento de la plantilla". El comité, en el que están representados doce miembros de CCOO, cinco de USO y cuatro de UGT, denuncia que, desde la venta de Iber-Swiss, la dirección "ha tomado medidas encaminadas a abaratar el empleo, externalizando líneas de producción y productos necesarios en los servicios a bordo". "La dirección quiere retirar un convenio con más de 25 años de eficacia, disminuir los salarios de los empleados y despedir a la mitad de la plantilla sustituyendo al personal por empresas de trabajo temporal", aseguró José Millán, portavoz de CCOO. Los trabajadores exigen la vigencia del convenio actual, la subida salarial del IPC que marca el Gobierno y el mantenimiento de las líneas de producción que asegure los puestos de trabajo.
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