El año 2005 fue designado Año Internacional del Microcrédito en virtud de la resolución 53/197 de las Naciones Unidas. En este contexto, la Organización Mundial del Turismo (OMT), propuso que las administraciones nacionales de turismo aprovecharan la oportunidad que representa este año para las microempresas y para la pequeña y mediana empresa del sector turístico, especialmente en los países en desarrollo.
El año 2005 fue designado Año Internacional del Microcrédito en virtud de la resolución 53/197 de las Naciones Unidas. En este contexto, la Organización Mundial del Turismo (OMT), propuso que las administraciones nacionales de turismo aprovecharan la oportunidad que representa este año para las microempresas y para la pequeña y mediana empresa del sector turístico, especialmente en los países en desarrollo.
Los microcréditos pueden asumir un papel importante en la estrategia mundial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre los que se encuentra el compromiso de reducir la pobreza a la mitad para el año 2015. "La Organización cree que el sector turístico puede contribuir significativamente a la atenuación de la pobreza, así como a la protección del medio ambiente y de las culturas tradicionales, aportando un valor económico al patrimonio natural y cultural, creando empleo y generando la entrada de divisas", subrayó Eugenio Yunis, jefe de Desarrollo Sostenible del Turismo. El sector turístico está compuesto de una amplia red de microempresas y empresas pequeñas y medianas (pymes). Sin embargo, para los pequeños empresarios, conseguir la modesta cantidad de dinero que necesitan para poner en marcha y mantener su actividad es a menudo una ardua tarea. En tal sentido, la OMT ha formulado las siguientes recomendaciones: obtener información sobre la existencia de un comité nacional, o de un enlace, en el Gobierno para el Año Internacional del Microcrédito (2005) y ponerse en contacto con él para proponer y coordinar actividades en el campo del turismo; entablar contacto con el sistema bancario, especialmente con los bancos comerciales especializados en microempresas y en la pequeña y mediana empresa y con ONG u otras entidades que trabajen con las pymes, para establecer algún tipo de acuerdo de colaboración, específicamente en el sector del turismo; ayudar a los pequeños empresarios turísticos a afiliarse a asociaciones comerciales o profesionales o a cámaras de comercio para negociar con el sistema bancario créditos en mejores condiciones que cuando se trata de solicitudes aisladas y obtener de esos órganos no sólo las garantías financieras o prendarias requeridas por los bancos, sino también apoyo técnico; y llevar a cabo campañas de sensibilización de ámbito local y nacional sobre las posibilidades que ofrecen los microcréditos en el campo del turismo y sobre su posible repercusión en el objetivo de mitigar la pobreza. Por último, la OMT desearía que las administraciones nacionales de turismo informaran sobre cualquier sistema de microcréditos ya existente para las pymes de cada país, así como sobre las barreras o dificultades que encuentran las empresas turísticas para acceder a los sistemas de créditos existentes. Con ello ayudarían a la OMT a difundir información valiosa, formular sugerencias y proporcionar ejemplos reales, convirtiendo así el Año Internacional del Microcrédito en un paso importante hacia la reducción de la pobreza a través del turismo sostenible. La OMT puede facilitar también la relación entre las administraciones nacionales de turismo y sus Estados Miembros con los órganos de las Naciones Unidas a cargo del Año cuando sea necesario, a fin de garantizar que las diferentes iniciativas internacionales aborden los temas del desarrollo sostenible del turismo y la atenuación de la pobreza de forma sinérgica. (HOSTELTUR) (redacción@hosteltur.com)
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