La compañía irlandesa de bajo coste Ryanair comenzará a operar dentro de un mes en Santander con el convencimiento de que puede convertir al aeropuerto de Parayas en "el gran centro aeronáutico del Cantábrico" y de que ahora serán los pasajeros de Bilbao los que acudan a Cantabria a coger un avión. "Vamos a darle la vuelta a la situación actual: el gran centro aeronáutico del Cantábrico va a pasar a ser Santander. A partir de ahora, vamos a ver a mucha gente de Bilbao que vendrá a Santander a coger el avión, lo cual es invertir la situación que se producía hasta estos momentos", aseguró a Efe el director de Márketing y Ventas de Ryanair en España, Alfons Claver.
La compañía irlandesa de bajo coste Ryanair comenzará a operar dentro de un mes en Santander con el convencimiento de que puede convertir al aeropuerto de Parayas en "el gran centro aeronáutico del Cantábrico" y de que ahora serán los pasajeros de Bilbao los que acudan a Cantabria a coger un avión. "Vamos a darle la vuelta a la situación actual: el gran centro aeronáutico del Cantábrico va a pasar a ser Santander. A partir de ahora, vamos a ver a mucha gente de Bilbao que vendrá a Santander a coger el avión, lo cual es invertir la situación que se producía hasta estos momentos", aseguró a Efe el director de Márketing y Ventas de Ryanair en España, Alfons Claver.
La compañía irlandesa ha elegido Santander, en cuyo aeropuerto sólo operaba hasta ahora Airnostrum, para instalarse en el norte de España y comenzará su actividad con un vuelo diario de ida y vuelta a Londres y Roma a partir del 20 de septiembre y con otro enlace diario con Fráncfort (Alemania) a partir del 31 de octubre. Claver indicó que, al decantarse por Santander, uno de los factores que Ryanair estudió fue la cantidad de pasajeros de Cantabria que cada año vuelan desde Bilbao, donde opera su principal competidor en los vuelos de bajo coste, Easyjet. Este directivo de la compañía irlandesa sostiene que Easyset "no puede competir" con sus vuelos "ni en precios ni en servicio" y pronostica que, en cuanto los clientes del País Vasco conozcan las tarifas y la variedad de destinos que ofrecerá en Santander, el flujo de usuarios al aeropuerto de Bilbao se invertirá. "Cuando vean nuestros precios se van a dar cuenta de que vale la pena coger el coche y venir a Parayas. Es tan sencillo como eso: nuestros precios son nuestra mejor promoción. Nosotros no hacemos grandes campañas de márketing ni nos preocupamos demasiado de cuidar una imagen. Sencillamente cuando alguien puede volar a Londres por 20 euros, por 10 o incluso por menos, pues se plantea que tiene sentido darse un garbeo por Santander y coger el avión", dijo.
Ryanair considera que cada uno de sus líneas desde Santander puede mover al año 100.000 pasajeros, por lo que se marca como objetivo alcanzar los 300.000 viajeros cuando las conexiones a Londres, Roma y Fráncfort cumplan doce meses de operaciones y espera que ese número se duplique cuando arranquen los otros tres servicios a Europa que ofrecerá desde Cantabria "en el 2006 a más tardar". Como aval del movimiento de pasajeros que genera, la compañía irlandesa pone como ejemplo el caso del aeropuerto de Gerona, a donde este año va a transportar a dos millones y medio de personas, cinco veces más que el número de viajeros que ese aeródromo tenía antes de su llegada, en el 2002, recordó Claver. La compañía asegura que las ventas de billetes para los vuelos Santander-Londres y Santander-Roma "están funcionando bastante bien", con ligera ventaja para la capital británica, que por un lado "tiene más empuje" entre los clientes de Cantabria y por otro se beneficia del nombre que Santander tiene en el Reino Unido, indicó su director de Ventas y Márketing en España. Alfons Claver asegura que la actividad de la compañía genera valor añadido para otras empresas del sector turístico y que al ofrecer directamente hoteles de Santander contribuye a "diluir" el temor de que, para sus clientes, Cantabria sea un lugar de paso. "En términos de puestos de trabajo, generalmente se crea un empleo por cada 1.000 pasajeros. Pero la repercusión que puede tener en la economía local viene dada por el hecho de que el dinero que el cliente se ahorra en las tarifas aéreas se lo gasta en el destino, quizás con una noche más de hotel, una excursión extra, un mejor restaurante, la compra de más 'souvenirs', un campo de golf... No es que la gente se ahorre el dinero, sino que distribuye su presupuesto de una manera diferente", explicó.
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