El presidente de la Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma, Jordi Cabrer, asegura que los hoteles de esta zona registran "plenas ocupaciones" durante agosto y adelantó que las previsiones para la primera quincena de septiembre "son buenas".
El presidente de la Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma, Jordi Cabrer, asegura que los hoteles de esta zona registran "plenas ocupaciones" durante agosto y adelantó que las previsiones para la primera quincena de septiembre "son buenas".
Tras asistir a la presentación de 80 nuevos contenedores de recogida selectiva de residuos para la Playa de Palma, Cabrer explicó que "el inicio de temporada fue flojo", pero que, a medida que ha avanzado el verano, "la situación ha mejorado". "Es normal que en agosto haya buenas ocupaciones. Siempre las ha habido", manifestó el presidente de la asociación de hoteleros, quien resaltó el hecho de que en la actualidad todos los establecimientos estén abiertos. Asimismo, señaló que ya han comenzado las reuniones con los tour operadores para establecer los precios turísticos de la temporada próxima. Cabrer avanzó que en las negociaciones los mayoristas han pedido descuentos en las tarifas hoteleras y, en este sentido, pidió a los hoteleros que "no cedan". "Tenemos mejores infraestructuras que otros destinos turísticos que compiten con nosotros y no debemos bajar los precios", arguyó. El responsable de la asociación hotelera resaltó también la necesidad de atraer turistas de mercados diferentes a los habituales (Gran Bretaña y Alemania) y apostó por realizar una mayor promoción turística en otros países. En referencia al proyecto de reforma integral de la Playa de Palma, Cabrer lamentó que su ejecución esté "atrasada", hecho que atribuyó a la diferencia de "color político" entre las administraciones central y autonómica. A este respecto, el dirigente hotelero reclamó que impere "el sentido de la responsabilidad" y argumentó que es necesaria la mejora de los establecimientos y de su entorno para ofrecer un modelo turístico de más calidad. Sobre el impacto que causarán las futuras obras de modernización del aeropuerto de Son Sant Joan sobre los residentes de la zona, Cabrer expresó su confianza en que se fijen "unos mínimos de respeto". "Nosotros estamos en contra de los ruidos porque molestan a los residentes y a los turistas", arguyó este dirigente empresarial, quien consideró que se debe respetar la industria turística, ya que, dijo, "la gente viene aquí a descansar".
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