Los títulos de Alitalia perdieron ayer martes más de un 5 por ciento en la Bolsa de Milán después de que el presidente de la aerolínea, Giancarlo Cimoli, alertara del agravamiento de la crisis por la que ésta atraviesa. Las acciones de Alitalia cotizaron a la baja ya en el primer tramo de negociación y llegaron a perder más de un 6 por ciento, para recuperarse luego ligeramente y cerrar la jornada de ayer con un retroceso del 5,15 por ciento.
Los títulos de Alitalia perdieron ayer martes más de un 5 por ciento en la Bolsa de Milán después de que el presidente de la aerolínea, Giancarlo Cimoli, alertara del agravamiento de la crisis por la que ésta atraviesa. Las acciones de Alitalia cotizaron a la baja ya en el primer tramo de negociación y llegaron a perder más de un 6 por ciento, para recuperarse luego ligeramente y cerrar la jornada de ayer con un retroceso del 5,15 por ciento.
Los inversores reaccionaron así al encuentro del lunes, entre la dirección de la compañía y los sindicatos, en el que Cimoli reconoció que, aunque algo mejores que la temporada anterior, los ingresos estivales fueron este año un 17 por ciento menores que los previstos inicialmente. El presidente y consejero delegado de la aerolínea de bandera italiana, de la que el Estado posee el 62 por ciento, alertó además de que no hay mucho margen de tiempo para debatir sobre el plan industrial 2005-08, dada la escasa liquidez del grupo. Ante esta situación, Cimoli pidió "sacrificios" a los trabajadores, al tiempo que advirtió del elevado absentismo laboral detectado en la plantilla, que -afirmó- ha alcanzado el 11 por ciento. Está previsto que en los próximos días prosigan los contactos entre dirección y sindicatos para intentar llegar a un acuerdo sobre el plan industrial, que pretende conseguir el equilibrio presupuestario en 2006 y haber recortado gastos por valor de 880 millones de euros para 2008. Ante la grave situación financiera de Alitalia, que en el primer semestre del año registró pérdidas por 330 millones de euros, la Unión Europea (UE) y el Parlamento italiano autorizaron a finales de julio a la aerolínea a recibir un crédito privado por un valor máximo de 400 millones de euros, a devolver en seis meses prorrogables a un año.
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