El presidente de Spanair y copropietario del Grupo Marsans, Gonzalo Pascual, aseguró a EFE que no quiere "ninguna guerra con Iberia", compañía a la que "respeto mucho" y matizó que no tiene previsto "poner ninguna demanda contra Iberia" por haberle acusado de recibir subvenciones para Aerolíneas Argentinas, compañía adquirida por el Grupo Marsans en 2001 a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
El presidente de Spanair y copropietario del Grupo Marsans, Gonzalo Pascual, aseguró a EFE que no quiere "ninguna guerra con Iberia", compañía a la que "respeto mucho" y matizó que no tiene previsto "poner ninguna demanda contra Iberia" por haberle acusado de recibir subvenciones para Aerolíneas Argentinas, compañía adquirida por el Grupo Marsans en 2001 a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
De lo contrario, "quien sí que parece estar en guerra conmigo es Iberia"- agregó Pascual-, desde que Aeropuertos Españoles y Navegación Aerea (AENA) decidiera ubicar a Iberia y Spanair, junto con sus socias de las alianzas Oneworld y Star Alliance respectivamente, en la nueva terminal de Barajas. Iberia mostró su desacuerdo con este reparto, por considerar que impide su futuro crecimiento, y presentó en junio de 2004 un recurso ante el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo de Madrid contra la distribución de espacios realizada por AENA, lo que ha motivado un retraso en la apertura de la nueva terminal hasta noviembre de 2005. A raíz de ese conflicto, Iberia y su socia British Airways acusaron a Pascual de ser "personaje relevante del Partido Popular" y a AENA de cometer una "cacicada" en relación a un supuesto trato de favor recibido por parte de Spanair en la adjudicación de espacios de la nueva terminal del aeropuerto madrileño. Pascual ha respondido a estas acusaciones con una demanda judicial, basada en ley de protección de los derechos fundamentales, contra los directores generales de Iberia y British Airways España, Enrique Donaire y Carlos Gómez, ya que no "puedo permitir insultos e imprecisiones sobre mí y la compañía que dirijo", apuntó. Sin embargo, el intercambio de críticas entre ambas compañías no ha terminado ahí, y tras unas recientes declaraciones de Pascual, referentes a la situación de monopolio que sufre el handling (asistencia a pasajeros y aeronaves) en los aeropuertos españoles, Iberia le acusó de recibir subvenciones para Aerolíneas Argentinas. Pascual precisó, no obstante, que su crítica no se refiere ni a Iberia ni a AENA, sino a un sistema que "no ha evolucionado a la misma velocidad que la liberalización de las compañías aéreas" y abogó por la liberalización del handling, para que el propio mercado elija a los mejores operadores.
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