La compañía aérea estadounidense Delta Air Lines prevé suprimir 6.900 empleos en los próximos 18 meses, según figura en el plan de saneamiento financiero elaborado por la dirección de la aerolínea, que se aplicará a partir del 1 de enero y afectará únicamente a sus actividades en Estados Unidos.
La compañía aérea estadounidense Delta Air Lines prevé suprimir 6.900 empleos en los próximos 18 meses, según figura en el plan de saneamiento financiero elaborado por la dirección de la aerolínea, que se aplicará a partir del 1 de enero y afectará únicamente a sus actividades en Estados Unidos.
El recorte de plantilla en el seno de Delta, miembro de la alianza Sky Team, a la que Air Europa se sumará en las próximas semanas, afectará a las tres categorías de empleados. Así, 3.100 puestos de trabajo se suprimirán en la rama de atención al cliente (reservas, personal de navegación, personal en los mostradores de los aeropuertos), 2.000 entre el personal administrativo (marketing, comunicación, servicios jurídicos) y otros 1.800 entre el personal encargado del mantenimiento de los aviones. Estos recortes se inscriben en las medidas adoptadas por la dirección ante la delicada situación que atraviesa la aerolínea, que en el tercer trimestre registró una pérdida neta de 646 millones de dólares (unos 512 millones de euros) en el tercer trimestre, lo que supone cuadruplicar la pérdida de 164 millones con que cerró el mismo periodo del pasado año, algo que la compañía achacó a la "combinación de un precio del petróleo en niveles records y una caída de la rentabilidad en el mercado doméstico". De esta forma, la compañía estadounidense acumula una pérdida neta de 2.990 millones de dólares (2.368 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, cifra que casi septuplica los 446 millones registrados en igual periodo del pasado año. La situación se vio levemente aliviada a finales de octubre tras cerrar un acuerdo con los pilotos que contempla una reducción salarial que podría alcanzar hasta el 33% de su sueldo, y que le permitió eludir, al menos de momento, la declaración de quiebra. Además, con el plan de saneamiento financiero, la compañía espera alcanzar un recorte de costes de 5.000 millones de dólares (4.150 millones de euros) hasta 2006.
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