La dirección del Hotel Atalaya Park, ubicado en la localidad malagueña de Estepona, asegura que las coacciones a las que son sometidos sus trabajadores y directivos por parte de los empleados del Hotel Don Miguel, de Marbella, pueden hacer que el establecimiento tenga dificultades para continuar. Según el gerente del establecimiento, Carlos Hohenlohe, las coacciones se extendieron esta semana a los jugadores de uno de los torneos de la PGA europea de golf, que debía disputarse en el Club de Golf Atalaya, "y cuyos responsables decidieron irse a San Roque (Cádiz) ante la manifestación de los empleados".
La dirección del Hotel Atalaya Park, ubicado en la localidad malagueña de Estepona, asegura que las coacciones a las que son sometidos sus trabajadores y directivos por parte de los empleados del Hotel Don Miguel, de Marbella, pueden hacer que el establecimiento tenga dificultades para continuar. Según el gerente del establecimiento, Carlos Hohenlohe, las coacciones se extendieron esta semana a los jugadores de uno de los torneos de la PGA europea de golf, que debía disputarse en el Club de Golf Atalaya, "y cuyos responsables decidieron irse a San Roque (Cádiz) ante la manifestación de los empleados".
Los trabajadores del Don Miguel se manifiestan desde hace casi dos meses en las dependencias del Atalaya Park, exigiendo a los responsables de este hotel solución a sus problemas laborales tras el cierre del negocio del Don Miguel, que se produjo hace más de dos meses. "Sin embargo, nada tiene que ver Atalaya Park con el Hotel Don Miguel, y lo único que han hecho Atalaya Park, el club de Golf y el Hotel Don Miguel en común ha sido cooperar comercialmente a través de una cadena para coordinar las ventas, reducir gastos y promocionar a menor coste sus actividades turísticas", explicó Hohenlohe. El club de golf ha perdido "a doscientos jugadores profesionales y seguramente su condición de sede de la asociación en el Sur de Europa, y el hotel puede seguirle si los golfistas deciden cambiar de alojamiento los dos días que les quedan en la Costa del Sol", señaló el gerente. Hohenlohe lamentó el perjuicio que supondrá esta situación para el hotel, y cifró las pérdidas del establecimiento en más del millón de euros, por lo que se mostró preocupado por la continuidad del hotel, "ya que además por el momento los operadores turísticos han decidido no enviar más clientes al hotel". Para el gerente, que lamentó la situación de los empleados del Don Miguel, la colaboración no significa que existan influencias en la política empresarial de las empresas que cooperan entre sí "por lo que no se puede culpar a nuestra empresa por haber participado en estrategias comerciales conjuntas".
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