Paradores quiere convertir el Parador de El Saler, de Valencia, en un establecimiento de cinco estrellas, con motivo de la Copa de América en 2007, dijo a EFE el presidente de la red, Antoni Costa. Este parador de los años 60 se ubica en una zona protegida en torno a la Albufera, donde hay un campo de golf, y cualquier modificación en un paraje de este tipo afecta muchas "sensibilidades", añadió el presidente de Paradores, quien precisó que "los primeros interesados en no deteriorar el parador somos nosotros", aseguró que el establecimiento ha impedido que se urbanizara en la zona y explicó que Paradores no aumentará los volúmenes de construcción, sino que "unificará y mejorará" lo que ya esté construido.
Paradores quiere convertir el Parador de El Saler, de Valencia, en un establecimiento de cinco estrellas, con motivo de la Copa de América en 2007, dijo a EFE el presidente de la red, Antoni Costa. Este parador de los años 60 se ubica en una zona protegida en torno a la Albufera, donde hay un campo de golf, y cualquier modificación en un paraje de este tipo afecta muchas "sensibilidades", añadió el presidente de Paradores, quien precisó que "los primeros interesados en no deteriorar el parador somos nosotros", aseguró que el establecimiento ha impedido que se urbanizara en la zona y explicó que Paradores no aumentará los volúmenes de construcción, sino que "unificará y mejorará" lo que ya esté construido.
El presidente de Paradores dijo que "existe voluntad política de facilitar esas reformas" y si las instituciones locales lo aceptan, la sociedad realizará la reforma necesaria para que El Saler se convierta en un cinco estrellas y esté adaptado a las circunstancias del entorno. Paradores prevé aumentar un 15 por ciento su oferta de habitaciones e incrementar la red "entre diez y trece" establecimientos nuevos en los próximos seis años. La empresa también pretende mejorar la distribución territorial actual y ubicar los nuevos establecimientos en zonas donde la distancia entre paradores sea muy grande o en lugares donde todavía no existen, como es el caso de Baleares. Costa aseguró que "por primera vez en la historia, estamos en condiciones de abordar inversiones con recursos propios, siempre que Turespaña, ente que rige nuestra estrategia, tome la decisión, y que nuestro accionista, que es el Ministerio de Hacienda, no nos diga lo contrario". De momento, Paradores tiene la capacidad para renovar sus establecimientos, "nosotros decoramos y asumimos la gestión a cambio de un canon", señaló. Para marzo de 2005, la empresa abrirá el Parador de Fray Bernardino de Fresneda, en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), donde ya existe otro parador construido en el monasterio y también en 2005 está prevista la reapertura del Parador de Soria, que se ha sometido a una reestructuración total, "de hecho es un edificio nuevo". Hasta 2008 Paradores invertirá 246 millones de euros de fondos propios, de los que 70 millones se destinarán a renovaciones integrales de edificios "que están por debajo de la calidad de la red", como son los casos de Toledo, Granada, Antequera, Vitoria y Almería, además de Jaén, donde se realizará una reforma, no integral, pero sí "importante".
En cuanto al proyecto de Villablino, León, Turespaña estudia en qué terrenos podría construirse el parador que, al no existir edificios idóneos, "seguramente será de nueva construcción". Otros setenta millones se destinarán a la conservación de los edificios que no necesitan reformas integrales; veinte millones se dedicarán a conservación y los ochenta millones restantes quedan "a la espera de que Turespaña nos diga si los invertimos en nuevos establecimientos". Costa manifestó que la decisión para construir el futuro parador de Muxía (La Coruña) está tomada "y es cuestión de tiempo", aunque todavía falta que se entreguen los terrenos. Muxía será un parador "singular" que simbolice el proyecto integrado con el entorno y el medio ambiente, características de "difícil" comercialización, aunque es algo que "sí puede hacer Paradores, porque la potencia de la marca es muy fuerte". En referencia a esta dificultad, Costa puso como ejemplo el Parador de Santo Estevo (Orense), cuya ubicación definió como "perdida en la nada" y, sin embargo, desde su apertura en julio pasado y hasta el 10 de noviembre, ha conseguido una ocupación media del 84 por ciento sin recurrir a campañas publicitarias. Como en el caso de El Saler, uno de los dos paradores gallegos, el de Santo Estevo, o el de Bayona, "si la Xunta lo quiere", podrá reconvertirse también en un establecimiento de cinco estrellas; "Estevo reúne las condiciones, a excepción de algunos servicios del que lo vamos a dotar", precisó. Preguntado sobre la posibilidad de gestionar Paradores por parte de las Comunidades Autonómicas, Costa dijo que el Ministerio no quiere modificar el marco jurídico de Paradores y subrayó que el valor de la red radica en el "gran prestigio de su marca" por lo que fraccionar esta marca supondría "un deterioro, a todas luces".
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