Las aerolíneas españolas invertirán 34.860 millones de euros en 20 años para comprar 446 aviones

Las compañías aéreas españolas responderán al previsto aumento del tráfico internacional y a sus necesidades de renovación de flota a lo largo de los próximos 20 años mediante la adquisición de 446 nuevos aviones de pasajeros, en los que invertirán 47.500 millones de dólares (34.860 millones de euros), según las estimaciones que maneja la constructora aeronáutica europea Airbus. Estas cifras colocan a España en el octavo lugar del ranking mundial por órdenes de compra de nuevas aeronaves, y le convierten en el noveno país en función de la inversión conjunta que sus compañías aéreas acometerán en la modernización de su flota de aviones hasta el año 2023. España se sitúa muy por detrás de Estados Unidos, con 5.210 nuevos aviones y una inversión de 313.100 millones de euros; China, que necesitará en dos décadas 1.790 aeronaves de pasajeros, por las que abonará 177.500 millones; o Reino Unido, cuyas aerolíneas renovarán su flota con 1.150 nuevos aparatos y realizarán una inversión global de 162.300 millones. A los tres grandes clientes de la constructoras aeronáuticas les siguen a mucha distancia Alemania, Japón, Italia y Francia. Las compañías aéreas internacionales comprarán 17.328 nuevos aviones en los próximos 20 años, para lo que afrontarán una inversión total de 1,9 billones de dólares (1,4 billones de euros). Las previsiones de Airbus contemplan que las aerolíneas procederán a la adquisición de un total de 16.600 aviones destinados al transporte de pasajeros para atender un tráfico que el fabricante prevé que triplicará en 2023 los niveles actuales. Asimismo, las compañías comprarán 700 nuevos aparatos para el transporte de carga y convertirán en cargueros hasta 2.400 aviones de pasajeros para afrontar el incremento previsto del tráfico de mercancías. La evolución del sector aéreo hasta el año 2023 estará marcada, según las estimaciones que maneja Airbus, por un fuerte incremento del tráfico internacional que se traducirá en que las compañías aéreas duplicarán el número de vuelos operados diarimente y sus flotas en activo --hasta un total de 21.759 aparatos, frente a los 10.838 actuales--. Asimismo, las compañías optarán por focalizar gran parte de su tráfico de pasajeros y carga en grandes centros de interconexión de vuelos (hubs), en detrimento del establecimiento de rutas punto a punto. Airbus entiende que este sistema de operaciones --a cuyas características se ajusta su nuevo superjumbo A380-- permitirá reducir costes y la congestión del espacio aéreo, así como el impacto medioambiental del transporte aéreo.