El 91% de los viajes que realizan las familias españolas tienen como destino una localidad del interior del país, según un estudio realizado por los profesores de la Universidad de las Islas Baleares Joaquín Alegre y Llorenç Pou y difundido por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que cifra en un 5% el consumo agregado final de las familias españolas que se destina al consumo de bienes y servicios turísticos.
El 91% de los viajes que realizan las familias españolas tienen como destino una localidad del interior del país, según un estudio realizado por los profesores de la Universidad de las Islas Baleares Joaquín Alegre y Llorenç Pou y difundido por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que cifra en un 5% el consumo agregado final de las familias españolas que se destina al consumo de bienes y servicios turísticos.
En 2000, el 47% de los españoles realizó algún viaje turístico, lo que corresponde al 58,7% de los hogares españoles, un porcentaje "sensiblemente inferior" al existente en otros países europeos, por lo que, a juicio de los autores del estudio, es de esperar "un aumento de su demanda". Señalan además que la decisión de no viajar tomada por muchas familias españolas obedece "sólo en parte" a una barrera económica, ya que existen diferencias "muy importantes" en la probabilidad de consumir turismo si se tienen en cuenta otros factores como las restricciones de tiempo, los condicionantes educativos y culturales e incluso la existencia de un efecto generacional. Así, los profesores Alegre y Pou observan en su estudio un efecto positivo y significativo sobre el gasto en el consumo de turismo del nivel educativo, de la condición de estar casado y del tamaño de la población. En cuanto al nivel de estudios, los autores del estudio destacan que la posesión de estudios primarios incrementa en un 8,18% la probabilidad de consumo turístico, los estudios medios lo hacen en un 18,47% y los superiores lo hacen en un 20,39%. Por otro lado, vivir en una gran ciudad, como es el caso de Madrid y Barcelona, implica un aumento de la probabilidad del consumo de este tipo de bienes y servicios del 4,97%, mientras que diponer de coche implica un efecto marginal del 5,19%. La probabilidad media de consumir turismo aumenta además si el sustentador principal de la familia se encuentra en una franja de edad entre los 35 y los 45 años, a lo que se suma que cuanto más joven es la generación mayor es la probabilidad de destinar a este capítulo una cantidad mayor del presupuesto familiar.
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