La compañía aérea argentina Southern Winds está sumida en un gran escándalo por la supuesta implicación de varios empleados en un caso de tráfico de drogas a España. Los hechos se remontan al pasado 16 de septiembre, cuando fueron decomisados un total de 60 kilos de cocaína en el aeropuerto de Barajas, ocultos en cuatro maletas sin pasajero que llegaron a Madrid en un vuelo de la aerolínea procedente de Buenos Aires y que no fueron recogidos por nadie.
La compañía aérea argentina Southern Winds está sumida en un gran escándalo por la supuesta implicación de varios empleados en un caso de tráfico de drogas a España. Los hechos se remontan al pasado 16 de septiembre, cuando fueron decomisados un total de 60 kilos de cocaína en el aeropuerto de Barajas, ocultos en cuatro maletas sin pasajero que llegaron a Madrid en un vuelo de la aerolínea procedente de Buenos Aires y que no fueron recogidos por nadie.
Hasta el momento, han sido detenidos el gerente comercial de SW, Fernando Arriete, y el jefe de base de la compañía en el aeropuerto de Ezeiza de Buenos Aires, Claudio Baudino. Además, está prófugo Walter Beltrame, empleado de SW que se encargaba de los 'viajeros frecuentes' e hijo del jefe del aeropuerto internacional de Ezeiza, Alberto Beltrame, que el pasado viernes fue trasladado de su puesto. El juez encargado del caso, Carlos Liporace, sospecha que la droga decomisada el pasado 16 de septiembre no es el primer envío que salió desde Buenos Aires a través de Southern Winds, ya que existen casos relacionados con esta aerolínea que, al parecer, podrían vincularse con el que ahora investiga el juez, informa el diario 'La Nación'. En este contexto, el juez ha pedido investigar al presidente de la compañía, Juan Maggio, e investigar y detener a su vicepresidente y apoderado, Enrique Montero, quien viajó a Madrid en el mismo vuelo que las cuatro maletas y que, según fuentes de la investigación, llevaban una identificación de la 'Embajada de Argentina en España'. Fuentes judiciales sospechaban que esta causa podría vincularse con otro expediente que instruyó el juez de lo penal económico Julio Speroni y que tiene como protagonista a Florencia Pulgarelle, una azafata de la aerolínea que a mediados del año pasado intentó viajar como pasajera con 'ticket de cortesía' a Madrid. Cuando la azafata intentó embarcar en el vuelo, que tenía como destino final Roma, la Policía Aeronáutica le encontró 700 gramos de clorhidrato de cocaína entre sus pechos, según confirmó el juez Liporace. Pulgarelle y Arriete se conocían, dado que este último era el encargado de autorizar los viajes de los empleados de la empresa.
TAMBURRINI, LIBERTAD SIN CARGOS. El lunes, las autoridades arrestaron y procesaron por este caso a uno de los protagonistas clave del hecho: el jefe de base de Southern Winds en España, Claudio Tamburrini, encargado de retirar bultos y maletas que llegan en el vuelo semanal a Barajas, así como de esperar a los pasajeros frecuentes o al personal de la empresa. Sin embargo, ha sido puesto en liberad sin ser interrogado. El empleado estaba en Madrid el día en que la Guardia Civil descubrió las cuatro maletas con cocaína, después de que fueran encontradas dando vueltas en la cinta del aeropuerto de Barajas sin que nadie las reclamara. Tamburrini, que tiene la doble nacionalidad, estaba en Buenos Aires durante las fiestas de Fin de Año y el juez Liporace, pocos días antes, consideró que había pruebas suficientes para detenerlo, dado su cargo y vinculación con los pasajeros frecuentes Elena Toimil Batán y Ramón González Villar, los dos españoles que pidieron que se despacharan las maletas sin acompañante el 16 de septiembre. Según consta en la causa judicial, Tamburrini fue detenido y le fueron encontrados entre sus efectos personales tarjetas de funcionarios de la Embajada argentina en España; tarjetas de Toimil Batán y González Villar; la tarjeta de un restaurante que la pareja tiene en la península, una agenda electrónica y un teléfono móvil. Cuando el juez Horacio Artabe le citó a declarar, Tamburrini se negó a declarar argumentando que no tuvo acceso al expediente por estar bajo secreto de sumario. Sin embargo, Artabe fijó una nueva audiencia y, ese mismo día, reinstaló el secreto de sumario.
"FALTA DE MERITO". El abogado de Tamburrini presentó, entonces, un escrito pidiendo la "falta de mérito" de su cliente y Artabe lo aceptó y no sólo le dejó en libertad sino que le devolvió sus pertenencias, incluido el pasaporte. Se sospecha que Tamburrini está ahora fuera de Argentina. El expediente está en la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, que deberá decidir sobre la apelación presentada por la fiscal María Gabriela Ruiz Morales por la "falta de mérito" dictada a Tamburrini y Vilsen, el empleado de la agencia de seguridad TAS (contratada por SW) que estaba frente al monitor por donde pasaron las maletas con la cocaína y que, aparentemente, no vio. El juez Liporace dijo al diario 'La Nación' que la causa se centra ahora en una de las líneas de investigación, la relacionada con la actuación de la Policía Aeronáutica Nacional y la Fuerza Aérea, dado que las grabaciones de vídeo de las cámaras de seguridad de Ezeiza de ese día "no existen" ya que, al parecer, las cintas se guardan por un término de 35 días pero que "en este caso se borraron mucho antes". Otra de las líneas de investigación pretende dilucidar por qué Cristian Maggio, hermano del presidente de Southern Winds, tardó un mes en hacer la denuncia y eligió para hacerlo ser "testigo con identidad secreta".
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