El balance del tsunami que el pasado 26 de diciembre arrasó las costas de varios países del sureste asiático habría sido menor de no haberse destruido los manglares para conseguir "playas perfectas" para la industria turística, según ha denunciado la ONG británica de defensa del turismo sostenible Tourism Concern, en relación con el informe que el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) acaba de publicar.
El balance del tsunami que el pasado 26 de diciembre arrasó las costas de varios países del sureste asiático habría sido menor de no haberse destruido los manglares para conseguir "playas perfectas" para la industria turística, según ha denunciado la ONG británica de defensa del turismo sostenible Tourism Concern, en relación con el informe que el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) acaba de publicar.
Según el PNUMA, en las zonas de costa en las que los manglares y los arrecifes de coral estaban mejor conservados, las olas se frenaron antes de su impacto en las zonas habitadas. Así se ha constatado al menos en los parques nacionales de Yala y Bundala, en Sri Lanka, donde la vegetación costera y las dunas restaron fuerza al agua. En declaraciones publicadas por el diario británico The Telegraph, la directora de Tourism Concern, Tricia Barnett, aseguró que "si lo corales no hubieran sido destruidos para construir hoteles, si los manglares no se hubieran eliminado para conseguir 'playas perfectas' y si los hoteles no se hubieran construido tan cerca de la costa, el balance de muertos habría sido menor".Esta organización espera, por esta razón, que la reconstrucción de las infraestructuras costeras preste atención a estas cuestiones. "La población local está reconociendo las oportunidades que esta catástrofe ha abierto para que todos se beneficien de un turismo sostenible", añadió. En el informe publicado la semana pasada, el PNUMA pidió que la reconstrucción del sureste asiático respete criterios medioambientales y de seguridad de la población, apuntando que la industria turística debe asumir el liderazgo en estas tareas. El documento reclamaba la elaboración inmediata de un mapa de 'puntos sensibles' en los que quede prohibida la construcción de viviendas, hoteles, fábricas y demás infraestructuras que puedan amenazar al entorno natural o suponer un peligro para la población en caso de nuevos desastres. El PNUMA considera que es la industria turística la que debe asumir el liderazgo en estas tareas de relocalización responsable, sobre todo al ser una fuente vital de ingresos para estos países. Para Tourism Concern, el tsunami ha demostrado precisamente "lo mucho que algunas comunidades locales dependen del turismo". "La esperanza es que, a medida que las infraestructuras turísticas se reconstruyan, esta realidad anime a la industria a garantizar que una mayor parte de los beneficios van a las comunidades", apunta la ONG. (HOSTELTUR) (actualidad@hosteltur.com)
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