Los profesionales del sector turístico coincidieron en los días posteriores al atentado de Madrid del 11 marzo de 2004 en que la acción terrorista no tendría una incidencia negativa de calado en su actividad. Transcurrido ya un año desde entonces, los empresarios turísticos, con las cifras en la mano, mantienen esta impresión y subrayan que, "dados los peligros sorteados y la cada vez mayor competencia de otros destinos, el último año ha sido extraordinariamente bueno".
Los profesionales del sector turístico coincidieron en los días posteriores al atentado de Madrid del 11 marzo de 2004 en que la acción terrorista no tendría una incidencia negativa de calado en su actividad. Transcurrido ya un año desde entonces, los empresarios turísticos, con las cifras en la mano, mantienen esta impresión y subrayan que, "dados los peligros sorteados y la cada vez mayor competencia de otros destinos, el último año ha sido extraordinariamente bueno".
"El 11-M no ha tenido consecuencias negativas para el turismo nacional. Durante las primeras semanas tras el atentado, la incertidumbre generada paralizó la contratación, pero el sector se ha recuperado perfectamente", explicó a Europa Press el presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (AEDAVE), José Manuel Maciñeiras, quien subrayó que "el turismo no se ha resentido" por la masacre. En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV), Jesús Martínez Millán, quien informó a Europa Press de que el atentado de Madrid "no tuvo una incidencia significativa" en la actividad turística española. No obstante, Martínez Millán admitió que el 11-M "ha podido afectar a Madrid como destino turístico de mercados muy lejanos como Japón, Estados Unidos o México", pero este impacto "no es más que una gota en el vaso de agua si es valorado en el conjunto de la gran industria turística nacional". "La fuerza de la oferta turística española es poderosísima, tanto como para poder neutralizar un impacto negativo como el que supuso el atentado", apuntó Martínez Millán, "el turismo español está resistiendo fenomenalmente, el país está funcionando". Las agencias de viajes registraron durante el ejercicio 2004 un incremento de la facturación del 5%, así como un crecimiento del 10% del número de operaciones gestionadas, según las estimaciones que manejan las patronales del sector minorista. Por su parte, los turoperadores nacionales registraron un crecimiento de su cifra de negocio un 8%, al tiempo que incrementaron un 10% el número de operaciones. "El 11-M no tuvo ningún impacto en la actividad turística. En los primeros momentos, el sector turístico sufrió el mismo 'shock' que vivió el resto de la sociedad, pero en el conjunto de 2004 el atentado no ha tenido ninguna repercusión", indicó a Europa Press el director general de la Asociación de Mayoristas de Viajes Españolas (AMAVE), Ruperto Donat.
CIFRAS AL ALZA. Desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se apunta que la acción terrorista perpetrada en Madrid "no ha afectado al turismo español", fundamentalmente porque "no se trató de un atentado dirigido contra los intereses turísticos nacionales, sino contra los cimientos mismos de la sociedad". El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francesco Frangialli, calificó recientemente el impacto de la acción terrorista sobre la actividad turística española de "limitado y temporal". Desde la agencia de las Naciones Unidas se apunta que el atentado "no ha tenido efectos negativos para el sector turístico español ni para la imagen de España como país turístico", una imagen que, a su juicio, incluso ha quedado reforzada de cara al exterior como un país con una ciudadanía solidaria y que sabe responder ante una crisis. España cerró el año 2004 con un nuevo récord histórico de 53,6 millones de turistas extranjeros, lo que representa un incremento del 3,4% en relación al ejercicio anterior. De hecho, los principales mercados turísticos emisores, Reino Unido y Alemania --que concentran más de la mitad de las llegadas al país--, acumularon sendos incrementos interanuales del 2,9% y del 2,7%. Asimismo, un total de 165,9 millones de pasajeros transitaron por los 45 aeropuertos españoles a lo largo del pasado año, con un crecimiento del 7,9%. A pesar de la temida incidencia del atentado del 11 de marzo en el sector aéreo, la mejora registrada en 2004 superó incluso el incremento del 7,4% con que los aeropuertos españoles cerraron el ejercicio precedente. Los hoteles españoles alcanzaron en el año 2004 un crecimiento de casi un 3% en el número de pernoctaciones gracias al buen comportamiento del turismo nacional --las estancias de extranjeros cayeron un 1,3%--. El sector hotelero, sin embargo, se enfrenta a un grave problema de merma de la rentabilidad, de entre el 15% y el 30% en los últimos tres años. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), José Guillermo Díaz Montañés, vincula exclusivamente esta caída de los márgenes al excesivo incremento de la oferta --de entre el 5% y el 10%, según las fuentes-- y la "agresiva política de descuentos", así como la proliferación de la oferta residencial alegal en España.
EUROPA, MERCADO EMISOR. Los expertos identifican varios factores que han ayudado al sector turístico español a sortear el impacto negativo de la masacre perpetrada en la capital. Desde la OMT se destaca que el hecho de que los principales mercados emisores de turistas hacia España, británico y alemán, "pertenezcan al mismo área cultural" ha servido para diluir las eventuales consecuencias negativas del 11-M sobre el turismo español. Las patronales de las agencias de viajes y los turoperadores entienden, igualmente, que España sorteó los efectos del atentado gracias a la cercanía de los mercados emisores, lo que sirvió para que el visitante percibiera la acción terrorista como un "hecho excepcional y aislado". "Resultó fundamental la percepción de que el atentado no era resultado de un conflicto permanente, como puede suceder en Oriente Próximo, sino que se trataba de un acto puntual", indicó Ruperto Donat. "El turismo español se nutre principalmente de conciudadanos europeos que saben que España es un territorio con garantías comunes y que lo sucedido en Madrid podría haber pasado en su ciudad", explicó Martínez Millán, "saben que España es un país seguro, y lo saben porque el 70% de los turistas extranjeros ha venido en cuatro ocasiones o más".
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