Los hoteleros de Ibiza reclaman un incremento de las conexiones aéreas para acabar con la estacionalización

Mejorar las conexiones aéreas con Reino Unido, Alemania u otros destinos en la Península, mediante subvenciones o ayudas económicas impulsadas por las Instituciones, será el único modo de acabar con la desestacionalización en Ibiza y Formentera, según declaró a Europa Press el vicepresidente de la Federación de Hoteleros de Ibiza y Formentera, Joan Bufí. En su opinión, las Pitiusas están aisladas "por precios, comunicaciones y combinaciones", algo que no ocurre en Mallorca, donde "por 140 euros puedes viajar a última hora a cualquier ciudad europea". Según el hotelero, en las Pitiusas traer a gente en temporada baja es algo "casi imposible". Joan Bufí cree "absolutamente necesario invertir y pagar para romper la estacionalidad, no con campañas diciendo lo guapos que somos, sino subvencionando el transporte para que las compañías aéreas puedan ofertar viajes directos a destinos como Londres tres veces a la semana". El empresario destacó, además, que las cifras de porcentajes emitidas en el ámbito nacional distorsionan la realidad, como es el caso de los datos recientemente publicados por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que subrayan que Balears será el destino turístico español en el que más establecimientos hoteleros permanecerán cerrados durante la próxima Semana Santa. Según Bufí, las cifras deberían medirse por número de hoteles y no por porcentajes, ya que "si en Cuenca abre 1 hotel de 4 se diría que abre el 25 por ciento, pero si Eivissa mantiene cinco establecimientos de 100, aunque tengamos más plazas que esta ciudad los datos varían mucho". Según las estimaciones de la CEHAT en Eivissa, precisamente solo permanecerá abierto un 5 por ciento de la planta hotelera, frente al 10 por ciento de Menorca y entre el 30 y el 40 por ciento de los hoteles que estarán operativos en la isla de Mallorca. El boca a boca es, según Bufí, el mejor modo de promoción de cualquier destino, ya que vender la gastronomía o el placer en las ferias "es casi imposible porque no se puede mostrar con fotografías".