El Gobierno de Marruecos se dispone a aplicar un nuevo plan estratégico de potenciación de sector turístico nacional con el objetivo de duplicar la cifra de visitantes extranjeros antes de 2010, hasta alcanzar los 10 millones de turistas. El plan contempla un incremento del 60% de las llegadas de españoles, con la pretensión de elevar la cifra de turistas en cinco años hasta los 500.000.
El Gobierno de Marruecos se dispone a aplicar un nuevo plan estratégico de potenciación de sector turístico nacional con el objetivo de duplicar la cifra de visitantes extranjeros antes de 2010, hasta alcanzar los 10 millones de turistas. El plan contempla un incremento del 60% de las llegadas de españoles, con la pretensión de elevar la cifra de turistas en cinco años hasta los 500.000.
Las autoridades turísticas del país magrebí prevén, asimismo, un crecimiento del 79% de las pernoctaciones realizadas por turistas españoles, hasta alcanzar un millón de estancias en 2010, explicó la Oficina de Turismo de Marruecos en España, cuyas estimaciones contemplan un crecimiento anual sostenido del 12% de la cifra de turistas españoles y del 14% de las pernoctaciones durante los próximos cinco ejercicios. Marruecos recibió durante el pasado año un total de 310.600 turistas españoles que realizaron 559.000 pernoctaciones, lo que representa incrementos del 34% y del 57%, respectivamente. Una tendencia alcista que se vio impulsada por el "clima político favorable en las relaciones entre Marruecos y España". En este sentido, el Gobierno marroquí desarrollará en 2005 una campaña de promoción del país como destino turístico en la que invertirá 40 millones de euros, de los que 2,5 millones se dedicarán a incrementar el número de turistas españoles que visitan el reino alauí, según anunció recientemente el director general de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo, Abbas Azzouzi. El Ejecutivo marroquí fundamenta su plan de fomento del turismo en un fuerte incremento del 77% de las plazas hoteleras disponibles. En este sentido, el Gobierno pretende impulsar la planta hotelera nacional desde las 130.000 camas actuales hasta un total de 230.000, que se repartirán entre 150.000 plazas destinadas al 'sol y playa' y 80.000 en el segmento cultural.
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