Lufthansa compra Swiss por 310 millones de euros y evita su desaparición

La aerolínea alemana Lufthansa, la segunda de Europa, compró ayer a la helvética Swiss, en situación financiera desesperada, por 310 millones de euros, evitando así la eventual desaparición de la firma suiza. Después de unas intensas negociaciones, las dos empresas concluyeron con un acuerdo firmado a las 19.00 GMT en Zúrich por los presidentes de las dos aerolíneas, Christoph Franz, por Swiss, y Wolfgang Mayrhuber, por Lufthansa. Tras el anuncio de que la operación había concluido, el Gobierno helvético indicó en la capital, Berna, que la compra de Swiss por Lufthansa "servirá mejor los intereses de Suiza" a largo plazo, tanto desde el punto de vista económico como en transportes. Ante esa perspectiva, el Consejo Federal (Gobierno) dijo que había decidido aceptar la cesión de la parte federal en la aerolínea del país "contra un bono de recuperación". El Departamento Federal de Finanzas informó, por su parte, de que están desarrollando conversaciones con Alemania de cara a determinar el régimen de los despegues y aterrizajes en el aeropuerto de Zúrich, así como de que el objetivo es llegar a un acuerdo antes de fin de año. "La Confederación Helvética, el cantón de Zúrich y los demás accionistas mayoritarios apoyan esta operación", informaron las dos empresas en un comunicado de prensa conjunto emitido en Zúrich y Fráncfort. También indicaron que "el acuerdo de los accionistas que se han pronunciado hasta el momento representa más del 80 por ciento de las acciones" de la aerolínea suiza. La aerolínea alemana precisó que abonará 45 millones de euros a los pequeños accionistas, que disponen en torno al 15 por ciento de los títulos. La compra se va a efectuar mediante la creación de una sociedad de derecho suiza por diez años, que se denominará AirTrust, y de la que Lufthansa tendrá en una primera etapa el 11 por ciento para aumentar su participación después hasta el 49 por ciento. Las aerolíneas precisaron que Lufthansa se hará con el 100 por ciento de la empresa una vez que los diferentes acuerdos sobre el transporte aéreo se hayan modificado. El Estado helvético es el accionista mayoritario de Swiss, de la que posee el 20,4 por ciento de los títulos, y a la que ya intentó reflotar sin éxito en 2002 con la ayuda de los otros grandes inversores de la aerolínea inyectando 2.000 millones de francos (1.290 millones de euros) de las arcas públicas. El cantón de Zúrich tiene el 10,2 por ciento de Swiss, mientras que los bancos UBS y el Crédit Suisse, el 10,4 y el 10 por ciento, respectivamente, y el importador de automóviles AMAG el 6,8 por ciento. Los demás títulos están en manos de otros grandes inversores entre los que hay compañías de talla internacional como la multinacional de la alimentación Nestlé, las farmacéuticas Novartis y Roche, la reaseguradora Swiss Re y la tecnológica Kudelski, entre otros. Para Mayrhuber, presidente de Lufthansa, "la reagrupación de las dos compañías no sólo es positiva para Suiza y Alemania, sino también para los socios (de Lufthansa) en el seno de la alianza Star, además de reforzar los transportes aéreos europeos". A esa alianza aérea pertenecen compañías como Air Canadá, British Midlands (BMI), Spanair, SAS Airlines, Varig, Thai, US Airways y United, entre otras. Para Franz, presidente de Swiss, "el desarrollo de Swiss dependerá de la racionalización de los costes. Swiss tiene que ser competitiva", al tiempo que aseguró que las medidas de reestructuración anunciadas en enero pasado se aplicarán tal como estaba previsto.