El ministro Montilla descarta "un año fácil" para el turismo, aunque se muestra "moderadamente optimista"

El ministro de Industria, Turismo y Comercio José Montilla, aseguró ayer en Santo Domingo de la Calzada que, aunque se prevé que "no va a ser un año fácil" para el turismo, España puede ser "moderadamente optimista" de cara al verano y a la ocupación turística. De todos modos, Montilla apuntó que "no hay que bajar la guardia" y que hay que seguir insistiendo en la "mejora de los destinos". El ministro hizo estas declaraciones minutos antes de inaugurar el segundo Parador de Santo Domingo de la Calzada y tras mantener un encuentro con dirigentes del PSOE de La Rioja y del equipo de Gobierno de la localidad en el Ayuntamiento del municipio. En sus palabras, José Montilla destacó la importancia de los Paradores de Turismo para satisfacer la demanda de otro tipo de visitantes "diferentes a los de sol y playa, aquellos que buscan un turismo más cultural y gastronómico". El ministro, que destacó que su departamento tiene en marcha un plan hasta 2010 que supondrá llegar contar con un centenar de Paradores abiertos en el país, hizo hincapié en que "ahora mismo, es difícil aventurar la ocupación de cara al verano". "Ya han pasado los tiempos en que los turistas y las grandes agencias hacían las reservas con gran antelación", dijo Montilla, quien señaló que, anteriormente, la demanda cubría la oferta, pero en este momento, hay más oferta que demanda y también han cambiado los hábitos. El ministro de Turismo e Industria apuntó que "actualmente, muchas reservas se hacen vía Internet y los turistas en ocasiones prescinden de agencias y mayoristas". "Eso -añadió- hace difícil prever el grado de ocupación". En cualquier caso, según dijo, el Ministerio cuenta con estudios de diferentes agrupaciones y organizaciones que dicen que "este año no va a ser fácil para el turismo, aunque hay razones para ser moderadamente optimistas". A su juicio, esta situación se da pese a que "cada vez hay más comptencia" y pese a que hay países cuyo crecimiento económico está "absolutamente ralentizado". A eso se suma, según resaltó el ministro, la fortaleza del euro, "lo que influye negativamente en turistas de países fuera de la zona euro" y la competencia creciente de zonas como "el Mediterraáneo y el Caribe". "Somos moderadamente optimistas, pero no hay que bajar la guardia y hay que trabajar para mejorar los destinos. Hace años, sólo con abrir la puerta el turismo estaba garantizado, pero eso no es así ahora", finalizó.