El comité de acción contra molestias sonoras de aviones "Aire Libre Bruselas" intenta desalentar a nuevas compañías aéreas de establecerse en el aeropuerto internacional de la capital belga al informarles sobre la incertidumbre jurídica y las acciones de los ciudadanos afectados por este problema.
El comité de acción contra molestias sonoras de aviones "Aire Libre Bruselas" intenta desalentar a nuevas compañías aéreas de establecerse en el aeropuerto internacional de la capital belga al informarles sobre la incertidumbre jurídica y las acciones de los ciudadanos afectados por este problema.
El comité, que se moviliza contra los molestias sonoras de los aviones que sobrevuelan Bruselas, han anunciado que ya han enviado "cartas de información" a varias compañías aéreas, como la china "Hainan Airlines". Según "Aire Libre Bruselas", la nueva empresa que gestiona el aeropuerto de Bruselas, el australiano Macquairie, quiere hacer aún más rentable al aeródromo al atraer nuevas compañías aéreas, que preferiblemente realicen vuelos de larga distancia. Además de la campaña de cartas, el comité de acción planea iniciativas jurídicas y continuará su lucha política al ponerse en contacto con los alcaldes de los municipios afectados por el ruido. El gabinete restringido del primer ministro y los viceprimer ministros han llegado el martes a un acuerdo sobre un nuevo plan de reparto de las molestias sonoras entre Flandes y la región-capital de Bruselas al prohibir el uso de una de las pistas de aterrizaje y despegue del aeropuerto. Sin embargo, "Aire Libre Bruselas" considera que no supone ningún cambio para la situación de Bruselas. "La diferencia entre el viejo y el nuevo plan es como elegir entre el cólera y la peste, ya que su resultado sigue siendo el mismo: las áreas más pobladas aún son sobrevoladas con demasiada frecuencia", opinó el comité de acción.
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