El tráfico aéreo de las compañías aéreas alemana Lufthansa y la austríaca Austrian Airlines en el aeropuerto internacional de Zaventem (Bruselas) se vio ayer gravemente perjudicado por la quiebra de la sociedad de asistencia aeroportuaria ("handling") GlobeGround.
El tráfico aéreo de las compañías aéreas alemana Lufthansa y la austríaca Austrian Airlines en el aeropuerto internacional de Zaventem (Bruselas) se vio ayer gravemente perjudicado por la quiebra de la sociedad de asistencia aeroportuaria ("handling") GlobeGround. Salvo estas dos compañías aéreas, la mayoría trabaja con la empresa de asistencia aeroportuaria Belgian Ground Services, por lo que no están afectadas por la quiebra.
Los vuelos de las compañías alemana y austríaca están despegando con importantes retrasos a causa del caos en los mostradores de facturación, cuyas cintas transportadoras están siendo ocupadas por el personal de GlobeGround, informó la agencia Belga.
Además, los propios empleados de Lufthansa y Austrian Airways tienen que encargarse ahora de la tramitación completa de los equipajes, lo que es ilegal para la inspección laboral belga.
Por eso, el administrador oficial, que notificó ayer la quiebra al personal, y los sindicatos están intentando encontrar cuanto antes otra solución.
La empresa de asistencia aeroportuaria Belgian Ground Services (BGS), el competidor de GlobeGround en el aeródromo de Bruselas, ya ha dado a entender que sólo puede encargarse de los servicios de "handling" de las dos compañías a partir de la semana que viene.
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