Una huelga de ferroviarios, de 24 horas, y otra paralela de controladores aéreos, de cuatro horas, paralizó ayer buena parte del transporte público en Italia y causó innumerables contratiempos a miles de viajeros.
Una huelga de ferroviarios, de 24 horas, y otra paralela de controladores aéreos, de cuatro horas, paralizó ayer buena parte del transporte público en Italia y causó innumerables contratiempos a miles de viajeros.
La adhesión al paro ferroviario, que comenzó a las 21:00 horas del jueves (19:00 GMT), supera el 70 por ciento, según los sindicatos convocantes, con dos pequeñas franjas de servicios mínimos a lo largo de la jornada, a primera y última hora del día.
Las centrales sindicales reclaman mayor seguridad en el trazado ferroviario nacional, después de los accidentes registrados en los últimos meses, así como una mejora salarial. Esa reivindicación económica es la que ha movido a los controladores a cruzarse de brazos ayer, durante cuatro horas, en toda Italia, con la consiguiente paralización del tráfico aéreo.
El paro, entre las 12.00 y las 16.00 horas (10.00-14.00 GMT), obligó a diversas compañías a cancelar centenares de vuelos y a cambiar y ajustar otros, con los correspondientes retrasos durante el resto de la jornada. Alitalia anunció la anulación de 211 vuelos (97 nacionales y 114 internacionales), mientras que Air One, filial de la británica British Airways, suspendió 21.
Sólo en los enlaces con España se cancelaron por esta huelga de controladores más de cuarenta vuelos, según fuentes de la principales aerolíneas.
A la jornada de paros de ayer le seguirán en este mismo mes de mayo otros similares en el transporte aéreo, ferroviario y urbano.
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