Los mexicanos podrán volar a partir de este año a múltiples destinos en aerolíneas de capital nacional y extranjero de bajo coste, que pretenden conquistar al menos un 30 por ciento del mercado. La propuesta que plantean estas compañías se orienta a rutas cortas, con tarifas hasta un 20 por ciento inferiores a las actuales.
Los mexicanos podrán volar a partir de este año a múltiples destinos en aerolíneas de capital nacional y extranjero de bajo coste, que pretenden conquistar al menos un 30 por ciento del mercado. La propuesta que plantean estas compañías se orienta a rutas cortas, con tarifas hasta un 20 por ciento inferiores a las actuales.
De acuerdo con cifras oficiales, más de dos millones de personas emplean habitualmente el transporte terrestre, pero con una oferta más amplia por aire las nuevas aerolíneas podrían captar a más de 600.000 pasajeros en las clases de lujo, ejecutiva y primera clase. La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) mexicana ha recibido alrededor de una decena de propuestas de nuevas operadoras aéreas para ofrecer estos servicios, de las cuales aceptó ya dos, Click y Vuela, y estudia otras tres más.
El responsable de la DGAC, Gilberto López Meyer, explicó que Aerolíneas Mesoamericanas y Aerolíneas ABC, ambas de capital mexicano, han presentado sus propuestas para explotar principalmente la Ruta Maya, en el Caribe mexicano, a partir del próximo año.
Aerolíneas extranjeras de bajo coste han logrado éxitos en diversas partes del mundo, como la estadounidense Southwest, que también ofrece vuelos a algunos centros turísticos mexicanos, la española Air Madrid, la británica Easy Jet, la irlandesa Ryanair y la brasileña Gol.
Esta vez, aseguran las autoridades, la intención no es competir o tratar de debilitar a las aerolíneas que ya operan en el mercado doméstico.
Las nuevas empresas prevén contar con un sólido soporte económico, con flotas de aviones capaces de ahorrar combustible y autonomía de vuelo de más de doce horas, así como bajos costes de mantenimiento. Las autoridades consideran que, además de liberalizar el mercado, la nueva generación de aerolíneas podría dinamizar la actividad en aeropuertos de poco tránsito como Toluca y Cuernavaca (a 60 kilómetros del Distrito Federal), Puebla (a 125), y Querétaro (210 kilómetros).Ello contribuiría a descongestionar el Aeropuerto Internacional de la capital, que moviliza a 23 millones de pasajeros y donde operan 320.000 vuelos al año.
Hasta hoy las grandes aerolíneas que operan en México se han mostrado despreocupadas con este segmento de bajo coste, que no consideran demasiado competitivo ni rentable para ellas.
La española Iberia se ha visto obligada a eliminar rutas domésticas no rentables.
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