La Unión Europea y Estados Unidos ha reactivado, tras una tregua de 5 meses para negociar, la guerra comercial a cuenta de los subsidios públicos a los fabricantes de aviones Airbus y Boeing, que amenaza con convertirse en la mayor disputa de la historia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la más difícil y la más costosa, en palabras del comisario de Comercio, Peter Mandelson.
La Unión Europea y Estados Unidos ha reactivado, tras una tregua de 5 meses para negociar, la guerra comercial a cuenta de los subsidios públicos a los fabricantes de aviones Airbus y Boeing, que amenaza con convertirse en la mayor disputa de la historia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la más difícil y la más costosa, en palabras del comisario de Comercio, Peter Mandelson.
Bruselas denunciará de nuevo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los 30.000 millones de dólares en ayudas públicas que Washington ha otorgado al fabricante de aviones norteamericano Boeing desde 1992, en respuesta a una demanda similar presentada la noche del martes por Estados Unidos por los subsidios que los Veinticinco otorgan a Airbus.
Mandelson advirtió de que están en juego millares de puestos de trabajo tanto en la UE como en EEUU, y recordó que millones de pasajeros vuelan en aparatos fabricados por alguna de las dos compañías. Por ello, lamentó que EEUU haya optado por acudir a Ginebra en lugar de resolver el caso a través de negociaciones, y señaló que el objetivo es "dañar" el lanzamiento del nuevo Airbus-350, que compite con el Dreamliner 7E7 de Boeing.
"Estoy convencido de que las ayudas de lanzamiento para Airbus son compatibles con las reglas de la OMC. También creo que Estados Unidos es vulnerable en lo que recibe Boeing", señaló Mandelson. A su juicio, la UE tiene un "caso fuerte" y no ha actuado a la defensiva, sino que ha apostado hasta el último minuto por una solución acordada. En este sentido, reveló que la semana pasada ofreció al representante de Comercio norteamericano, Robert Portman, un recorte del 30% en las ayudas a Airbus a cambio de una reducción similar en Boeing.
En total, Bruselas cifra en 30.000 millones de euros las "ayudas masivas" recibidas desde 1992. Desde 1992, Boeing se ha beneficiado de créditos de I+D de la NASA y del Pentágono que ascienden a 22.000 millones de dólares. Para la construcción del nuevo programa B787, el constructor norteamerciano recibirá ayudas que cubren el 70% del total del coste y sólo tendrá que pagar el 15%, según Mandelson.
Además, Washington ha concedido más de 7.000 millones de dólares para el lanzamiento del 787, y Japón, donde se construye una parte, ha ofrecido hasta 1.600 millones de dólares en inversiones. Finalmente, Boeing sigue recibiendo, por un periodo indeterminado de tiempo, 200 millones de dólares al año a través de las subvenciones a la exportación del programa 'Foreing Sales Corporation', a pesar de que éste ha sido declarado ilegal dos veces por la OMC y ha sido abolido para la mayoría de empresas norteamericanas.
El representante estadounidense de Comercio, Robert Portman, justificó la decisión de acudir a la OMC al hecho de que varios Estados miembros de la UE se disponen a conceder un nuevo paquete de ayudas a Airbus por valor de 1.700 millones de dólares para desarrollar el A-350. Portman afirmó que EEUU sigue prefiriendo "una solución negociada" en lugar de recurrir a la OMC y explicó que con la solicitud del panel están "dando tiempo a la UE para reconsiderar sus planes de proporcionar nuevos subsidios" a Airbus. Añadió asimismo que hasta ahora, en las negociaciones, la UE sólo ha propuesto reducir las ayudas públicas, mientras que EEUU lo que quiere es que las elimine. "Todavía creemos que es posible una solución negociada bilateral, pero las negociaciones no saldrán bien a menos que la UE se comprometa a poner fin a los subsidios", agregó.
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