VASP pide acogerse a la nueva ley brasileña de quiebras

La aerolínea brasileña VASP, que desde marzo pasado está intervenida por la Justicia, pidió ayer que se le permita acogerse a la recuperación judicial, mecanismo de la nueva ley de quiebras del país. La petición fue presentada por el Ministerio Público de Trabajo y la comisión interventora de VASP ante la Primera Sala de Quiebras de Sao Paulo, con el objetivo de evitar la quiebra definitiva de la aerolínea, cuyas aeronaves no vuelan desde enero pasado. De acuerdo con los interventores, la recuperación judicial se pidió ante las especulaciones que han circulado en los últimos días, según las cuales, más acreedores de la compañía pretendían pedir su quiebra. "Estábamos sin salida, ante los innumerables pedidos de quiebra y la falta de dinero para invertir en el área de mantenimiento, (y pedimos acogernos a la nueva ley) con el fin de que la empresa pueda volver a prestar servicios", manifestó el interventor interino, Reginaldo Alves de Sousa. En caso de que la petición de VASP sea aprobada, la compañía quedará protegida durante 180 días contra la petición de ejecución judicial, como embargos de bienes, y tendrá un plazo de 60 días para presentar un plan de reestructuración que debe ser aprobado por los acreedores. VASP, que llegó a ser la segunda aerolínea del país, dejó de operar el pasado 27 de enero, cuando el Gobierno brasileño le canceló las últimas ocho rutas que operaba por su incapacidad para atenderlas. La aerolínea tiene deudas por un valor cercano a los 890 millones de dólares (736 millones de euros) y un sinfín de demandas en la justicia por pasivos laborales. Recientemente Varig, la primera aerolínea del país durante décadas y ahora ahogada en deudas, también se acogió al mecanismo de recuperación judicial, pero, a diferencia de VASP, sus aviones continúan volando.