El tráfico aéreo entre Londres y el continente sólo sufrió pequeños retrasos, de unos diez minutos de media, pero la situación fue de "relativa normalidad", según explicó la portavoz de la Organización Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), Kyla Evans.
El tráfico aéreo entre Londres y el continente sólo sufrió pequeños retrasos, de unos diez minutos de media, pero la situación fue de "relativa normalidad", según explicó la portavoz de la Organización Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), Kyla Evans.
Las autoridades aeronáuticas británicas solicitaron la ayuda de Eurocontrol para gestionar esos problemas, causados principalmente por las dificultades que encontraron los pasajeros para llegar a los aeropuertos debido al paro del metro.
La situación que se vivió ayer en Londres llevó a las compañías a flexibilizar sus salidas y esperar a la llegada de los viajeros, lo que hizo que el retraso medio de los vuelos con salida o destino a la capital británica fuera de unos diez minutos.
Aunque los problemas se repitieron en todos los aeródromos, el de Heathrow -el mayor de Londres- fue el que más sufrió las dificultades.
Para tratar de controlar la situación, Eurocontrol decidió reducir el número de permisos de entrada y salida de los aeropuertos londinenses de 44 a 40 por hora, precisó Evans.
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