Los hoteles de Madrid de la marca Tryp ofrecen a los padres con niños de entre cinco y doce años la posibilidad de disfrutar por separado de una noche sólo para ellos, de intimidad, independencia y relax para los primeros, y de juego y diversión para los segundos.
Los hoteles de Madrid de la marca Tryp ofrecen a los padres con niños de entre cinco y doce años la posibilidad de disfrutar por separado de una noche sólo para ellos, de intimidad, independencia y relax para los primeros, y de juego y diversión para los segundos.
El programa se llama 'Por fin solos' y hasta el momento, se ha puesto a prueba en el hotel Tryp Centro Norte, de Madrid, pero la idea, según explicó el jefe de I+D de la cadena, de donde ha partido la iniciativa, Manuel Riego, es extenderla a partir de septiembre a otras ciudades como Barcelona, Mérida, Salamanca o Valencia.
Riego explicó que la idea partió al comprobar la diferencia existente entre los programas lúdicos generalizados en los hoteles de las zonas turísticas de playa y los de los hoteles urbanos. "También hay mucha gente que aprovecha el verano para visitar alguna ciudad, pero eso suponía que no disponían de ningún momento para ellos, porque no había actividades para los hijos", dijo.
Con este programa, esa carencia se soluciona al menos en parte, ya que las actividades se reservan a los viernes y sábados noche, los días de mayor afluencia de visitantes en las ciudades. Los niños llegan a las ocho de la tarde, y hasta la mañana siguiente, podrán disfrutar de juegos, diversión y la compañía de otros chicos, incluyendo pasar la noche en una tienda de campaña, mientras sus padres disfrutan de mayor intimidad.
La jefa de los monitores que desarrollan las actividades, todos ellos titulados, Geli Sánchez, reivindicó la necesidad que también tienen los menores de estas noches especiales, dedicadas al juego y donde ellos son el centro de atención.
Asimismo, destacó que les resulta un plan mucho más atractivo que la perspectiva de pasar la tarde en compañía de una persona "que casi no conocen o de una canguro", y para los padres es también más económico, puesto que el precio es de 20 euros por noche para el primer niño, y un descuento del 40 por ciento en la segunda reserva.
UNA NOCHE DE ACAMPADA EN LA CIUDAD
Cuando los niños llegan al salón, sus padres rellenan una ficha con todos sus datos, incluyendo un teléfono de contacto por si fuese necesario localizarles, y reciben un regalo de bienvenida. Para empezar a conocerse, lo primero que hacen es "crear un bosque", ya que los monitores consideran importante que sean los propios niños los que diseñen el entorno en el que van a pasar la noche.
Tras participar en un circuito de pruebas, en cada una de las cuales van reuniendo pistas para encontrar la llave que abre un tesoro -un cofre lleno de golosinas-, se sientan alrededor de la simulada fogata de campamento para tomar la cena.
A continuación, llega el momento de las canciones y las historias alrededor del fuego. Y antes de dormir, una fiesta de pijamas previa a entrar en las tiendas de campaña que, por una noche, sustituyen a la cama de la habitación de hotel.
A la mañana siguiente, para despedirse y llevarse un recuerdo, tras el desayuno viene un taller en donde decoran ellos mismos unas camisetas en blanco que les servirán como recuerdo de la experiencia.
La acogida del programa tanto entre los padres como entre los pequeños "está siendo muy buena", según señaló Riego. "Los padres nos dicen que hemos tenido una idea estupenda, y los niños se lo pasan fenomenal, y no sienten en ningún momento que son un estorbo y que sus padres se los quieren quitar de encima, sino que también es un regalo para ellos", concluyó Sánchez.
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