Los pasajeros de un avión de Air Madrid con destino a Lima se amotinaron en la madrugada del domingo en el aeropuerto de Barajas y se negaron a bajar del aparato después de que a las 05.00 horas se les comunicara un nuevo aplazamiento de su vuelo, que debía haber despegado a las 14:00 horas del sábado.
Los pasajeros de un avión de Air Madrid con destino a Lima se amotinaron en la madrugada del domingo en el aeropuerto de Barajas y se negaron a bajar del aparato después de que a las 05.00 horas se les comunicara un nuevo aplazamiento de su vuelo, que debía haber despegado a las 14:00 horas del sábado.
Varios pasajeros del vuelo 561 de Air Madrid declararon a EFE que la situación era insostenible a bordo del aparato, puesto que los cerca de 200 viajeros se negaron a abandonar el avión indignados por los continuos retrasos.
La odisea de estos viajeros comenzó el sábado por la mañana cuando se les comunicó que el vuelo, que tenía como hora de salida las 14:00 horas, sufriría un retraso debido a que el avión no había llegado aún a Madrid.
Alojados en el hotel Auditorium, a las 01:15 horas del domingo fueron conducidos a Barajas y abordaron el avión, pero nuevamente, y cuando ya estaban dispuestos para despegar, se les comunicó que debían bajar del aparato debido a que "los aseos se habían estropeado y no funcionan", según relató a EFE Rubén, uno de los pasajeros.
"La gente no quiere bajar, llevamos desde las tres de la mañana dentro del avión", dijo Rubén, que se lamentó de llevar más de quince horas de un sitio para otro, sin equipajes, sin poder cambiarse de ropa y sin saber a qué hora llegarán a Lima. Nuria, otra pasajera que comenzó su viaje a Lima el viernes desde Barcelona, dijo a EFE que los empleados que se dirigen a ellos dicen que "no saben nada".
Los agentes de la Guardia Civil que subieron al avión han invitado a los pasajeros a desalojar el aparato y a presentar las correspondientes denuncias en Barajas, pero la mayor parte de los viajeros se negaron a abandonarlo.
Posteriormente subieron al aparato agentes de la Policía Nacional, pero tampoco consiguieron que los pasajeros descendieran del avión, y les ofrecieron la posibilidad de que firmaran conjuntamente una denuncia.
Finalmente, hacia las siete de la mañana del domingo los pasajeros fueron llevados a un hotel próximo al aeropuerto madrileño y, según fuentes aeroportuarias, el avión partiría de Barajas "en las próximas horas", aunque no precisaron más detalles al respecto.
En los teléfonos de Air Madrid no contesta nadie y una empleada del servicio de reservas dijo a EFE que a esta hora no hay ningún responsable de la compañía aérea en Barajas y remitió cualquier información sobre el vuelo a AENA.
AIR MADRID CULPA A 15 PASAJEROS DEL RETRASO
El presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo, responsabilizó a 15 pasajeros del retraso de más de 20 horas del vuelo Madrid-Lima, cuya salida estaba prevista para el sábado a las 14:30 horas, y que finalmente despegó ayer domingo a las 11:00 horas.
Quince pasajeros de este vuelo se amotinaron en el avión, que estaba listo para despegar, cuando conocieron que se producía un retraso debido a la necesidad de reparar los baños, que se habían bloqueado.
En conversación telefónica desde México, José Luis Carrillo ofreció a Efe su versión de este incidente.
El avión iba a salir hacia Lima con un retraso de unas tres horas, ya que llegó con demora desde Bogotá, dijo el presidente de Air Madrid. En una última revisión, el comandante del vuelo comprobó que cinco de los nueve baños estaban bloqueados y se debía proceder a solventar esta irregularidad para su correcto funcionamiento, por lo que se pidió al pasaje, unas 350 personas, que abandonaran la aeronave.
Entonces, explicó Carrillo, 15 de los pasajeros se negaron rotundamente a hacerlo, e insistieron en esa actitud incluso ante los requerimientos de la Guardia Civil y la Policía Nacional, lo que se prolongó durante unas tres horas desde que descendió casi todo el pasaje.
"En esta situación, y debido a que había numerosos niños pequeños entre los pasajeros, decidimos trasladar a los viajeros a un hotel para darles mayor comodidad; posteriormente se decidió realizar el vuelo por la mañana", agregó Carrillo, quien añadió que los baños estaban atascados con grandes pañales, y arreglar ese problema supuso finalmente unos 15 minutos, por lo que consideró que fue la obstaculización de los 15 pasajeros lo que impidió que el avión saliera poco más de una hora después de detectar las irregularidades en los baños.
"Si estas personas hubieran bajado y seguido las recomendaciones del comandante, el vuelo hubiera salido una hora después", añadió el presidente de Air Madrid.
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