Delta Airlines y Northwest, la tercera y cuarta mayores líneas aéreas de EEUU, se sometieron en la tarde de ayer a la protección de las leyes de bancarrota, en una decisión que había sido anticipada por el mercado. Las dos empresas se han visto afectada en los últimos meses por sus altos costos de operación, las alzas de los combustibles y la dura competencia de las compañías de bajo costo.
Delta Airlines y Northwest, la tercera y cuarta mayores líneas aéreas de EEUU, se sometieron en la tarde de ayer a la protección de las leyes de bancarrota, en una decisión que había sido anticipada por el mercado. Las dos empresas se han visto afectada en los últimos meses por sus altos costos de operación, las alzas de los combustibles y la dura competencia de las compañías de bajo costo.
Con estas dos bancarrotas, ya son cuatro las grandes aerolíneas estadounidenses que se han declarado en quiebra. Además de Delta Airlines y Northwest, encontramos United Airlines, que a fines de 2002 presentó su bancarrota y que aún espera salir de ella, y US Airways, que el año pasado se vio obligada a declararse en quiebra por segunda vez en dos años.
Delta y Northwest aseguraron que sus operaciones continuarán sin interrupciones, con todos sus vuelos y sus programas de viajeros frecuentes.
Ambas compañías explicaron que, pese a los éxitos que han conseguido en sus planes de reorganización, los elevados costos del petróleo le hacen imposible seguir operando sin tener que recurrir a la protección especial que otorga el llamado "Capítulo 11", y que les permite dejar de cumplir con ciertos compromisos financieros.
Delta señaló que de su plan de reestructuración destinado a ahorrar unos 5.000 millones de dólares anuales ha cumplido ya con el 85%. "Sin embargo, los precios récord de los combustibles y la continua bajada de los ingresos en la industria aérea superan sustancialmente estos logros", señaló la compañía en un comunicado.
Para mantenerse operativa durante su bancarrota, Delta tiene un compromiso de financiación por parte de GE Commercial Finance y Morgan Stanley por 1.700 millones de dólares. A esto se suman otros 350 millones de dólares de compromiso financiero por parte de American Express.
"La acción que hemos tomado es una medida necesaria y responsable que permite asegurar el valor de la compañía para nuestros acreedores, clientes, empleados, socios y accionistas", señaló el presidente de la empresa, Gerald Grinstein.
Por su parte el presidente ejecutivo de Northwest, Doug Steenland, señaló que como ha dicho muchas veces la industria aeronáutica ha cambiado de manera definitiva. "Northwest debe reducir sus costos significativamente para competir con otras empresas, muchas de las cuales son firmas más viejas que ya han utilizado la bancarrota para lograr cambios en sus estructuras de costos o son nuevas compañías de bajo costo", agregó.
Northwest señaló que también ha seguido un plan de reestructuración destinado en un principio a evitar la bancarrota, pero que los altos costos de los combustibles hicieron tales esfuerzos vanos. La aerolínea espera que los costos de combustible para el año 2005 sean de cerca de 3.300 millones de dólares, comparados con los 2.200 millones de 2004 y los 1.600 millones de 2003.
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