La mayoría de hoteles de Mallorca tienen previsto cerrar a lo largo de este mes y principios de noviembre de forma "suave y escalonada" gracias a la alta ocupación registrada en septiembre y en estas primeras semanas de octubre, un hecho que ha provocado que algunas zonas, como Paguera o la Playa de Palma, vayan a cerrar más tarde que el año pasado.
La mayoría de hoteles de Mallorca tienen previsto cerrar a lo largo de este mes y principios de noviembre de forma "suave y escalonada" gracias a la alta ocupación registrada en septiembre y en estas primeras semanas de octubre, un hecho que ha provocado que algunas zonas, como Paguera o la Playa de Palma, vayan a cerrar más tarde que el año pasado.
Así, este año no se producirá el cierre masivo de hoteles de la Isla, como sucedió el año pasado en estas mismas fechas, gracias a los elevados grados de ocupación, por lo que en determinadas zonas "aguantarán hasta final de mes", señaló ayer el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pedro Cañellas, en declaraciones a Ultima Hora Punto Radio recogidas por Europa Press.
Este es el caso de la Playa de Palma o Paguera, que entrarán en el mes de noviembre con prácticamente toda su oferta hotelera, detalló Cañellas, que estimó que el comienzo de cierres de hoteles arrancará en la segunda quincena de octubre. Después, a finales de noviembre, quedará abierta entre el 10 y el 15% de la planta de hoteles para acoger el turismo del Imserso y el resto de visitantes específicos.
Las grandes cadenas hoteleras serán las primeras en cerrar sus hoteles en Mallorca, mientras que los establecimientos individuales "tardarán un poco más, a la espera de conocer más datos estimativos de afluencia de visitantes", precisó Cañellas, quien detalló que la ocupación de toda la temporada turística será "similar a la del año pasado, con mejores datos de septiembre y octubre".
MEJORA DE LA RENTABILIDAD
Por su parte, el consejero de Turismo, Joan Flaquer, aseguró que, además de la llegada de más visitantes, este año se producirá una mejora de la rentabilidad empresarial porque estima que se ha registrado un incremento del gasto turístico.
A pesar de reconocer que la estacionalidad es uno de los principales problemas del turismo balear, Flaquer señaló que la llegada de turistas a Baleares en invierno se está "recuperando poco a poco". Así, precisó que las islas han recuperado 350.000 visitantes en la temporada de invierno 2004-2005 respecto a la de 2002-2003, mejoras que espera incrementar este nueva temporada por las altas ocupaciones en septiembre y octubre.
Flaquer admitió que la temporada turística ha sido mejor en Mallorca e Ibiza, pero peor en Formentera y Menorca. Sobre la Pitiusa menor, dijo que la elevada especialización en el mercado italiano ha provocado que, en un año en el que se ha producido un retroceso desde Italia, no se hayan alcanzado mejores cifras de visitantes, aunque subrayó que es una isla con mayor rentabilidad empresarial.
Sobre Menorca, Flaquer reconoció que existe un problema importante de mala comunicación aérea entre la isla y los principales mercados emisores, situación que "hay que mejorar". También lamentó que Menorca tenga excesiva dependencia del mercado británico, que este año ha vuelto a tener un nuevo descenso de visitantes y peor comportamiento.
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