El secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, calificó el lunes de "error garrafal" el impuesto que el Gobierno balear pretende aplicar a los rent a car del archipiélago. "Es un nubarrón. Es preocupante porque ya nos han llegado voces críticas desde la asociación europea de alquiler de coches (European Car Travel and Renting Association) que está elaborando un documento de protesta". "No hay todavía una reclamación formal, pero sí ecos de protesta. Es un error garrafal".
El secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, calificó el lunes de "error garrafal" el impuesto que el Gobierno balear pretende aplicar a los rent a car del archipiélago. "Es un nubarrón. Es preocupante porque ya nos han llegado voces críticas desde la asociación europea de alquiler de coches (European Car Travel and Renting Association) que está elaborando un documento de protesta". "No hay todavía una reclamación formal, pero sí ecos de protesta. Es un error garrafal".
Para Martínez Fraile este impuesto que el Ejecutivo balear quiere implantar con el pretexto de recabar dinero para la sanidad pública, no ha sido bien pensado por sus autores. "Quien ha ideado esta tasa, difícilmente la ha pensado en profundidad porque ya estamos recibiendo reacciones del mercado inglés y del alemán. No entiendo que el déficit sanitario lo tengan que cubrir los turistas", afirmó.
"Es grave, estamos hablando de 4 millones de utilizaciones de coche por turistas que vienen a Baleares, y de 20 millones de euros de ingresos, pero con un incremento importante de los costes del turista. Además, el pago de entre 3 y 1 céntimo por kilómetro va a ser difícil de contabilizar porque el pago no se hace por kilometraje y al final el turista tendrá que pagar también el coste del movimiento logístico que supondrá trasladar un coche de Palma a Menorca, por ejemplo".
El secretario general de Turismo considera que esta tasa es. Adcemás, un contrasentido: "Una de las quejas más frecuentes de los hoteleros es que tienen que bajar los precios para competir con los destinos emergentes y luego les suben la oferta complementaria convirtiendo el destino en más caro; ¿cómo se puede mantener el discurso turístico de contención de precios bajos, y gravar el alquiler de coches casi con 1.000 pesetas?".
Martínez Fraile no tiene la más mínima duda de que la "autotasa", como en su día lo hiciera la ecotasa que intentó impulsar el Gobierno socialista balear, terminará por afectar a Baleares como destino turístico. "Estoy convencido de que la autotasa va a afectar a la demanda y desde Turespaña vamos a intentar paliarlo. Llega World Travel Market, que es uno de los grandes mercados de compra de la oferta de Baleares y puede tener efectos muy negativos allí".
LA PATRONAL BALEAR ADVIERTE DE QUE LA "AUTOTASA" NO PUEDE REPERCUTIRSE DIRECTAMENTE AL TURISTA
El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Josep Oliver, aseguró el lunes que el impuesto que el Gobierno balear pretende aplicar sobre la actividad de las empresas de alquiler de vehículos "no puede ser repercutido directamente sobre el turista", al ser de tipo modular y ser un tributo sobre esta actividad industrial y no sobre sus clientes.
Tras confirmar que no se ha producido ningún nuevo encuentro ni "acontecimiento" en torno a este asunto tras la reunión mantenida la pasada semana entre CAEB y responsables del Ejecutivo autonómico, Oliver se mostró expectante respecto a la reunión convocada para el próximo viernes, que será la primera de una serie de contactos en los que se espera alcanzar un consenso sobre el reglamento del nuevo impuesto.
El presidente de la patronal balear manifestó que actualmente estudia las disposiciones que incluirá este impuesto, a fin de conseguir que el resultado final resulte conveniente para todas las partes, aunque reconoció que "cuando hay un impuesto sobre una actividad, o va en contra de la rentabilidad o va en contra de las tarifas" y, en cualquiera de ambos casos, "va en contra de la competividad", señaló.
A este respecto, la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos (FENEVAL) aseguró el pasado viernes que muchos turoperadores están recibiendo numerosas llamadas de sus oficinas europeas para preguntar sobre las repercusiones que tendrá la medida en el turismo que elige Baleares como destino vacacional.
En un comunicado, esta Federación, que aglutina al 70,5% del sector en España, espera que el Gobierno balear sea "sensible al desastre que originará la medida y rectifique". De no ser así, las empresas de rent a car afirman que "no entienden" porqué han sido elegidas para sufragar el déficit sanitario de Baleares, por lo que "se verán obligadas a repercutir el impuesto en los precios del alquiler de los automóviles para salvar sus negocios".
FENEVAL subrayó, además, que el "hipotético consenso" del que hablaba el Gobierno autonómico sobre la medida "no existe", como demuestra la reunión que convocó la patronal Balear de Alquiler de Vehículos en Mallorca (Baleval), así como muchas de las empresas integradas en la otra asociación del sector (AEVAB), cuyo presidente sí que autorizó el impuesto y que ellos rechazaron rotundamente.
EL GOBIERNO BALEAR DICE QUE PUEDE NEGOCIARSE CON LA PATRONAL HASTA EL VERANO
El consejero de Economía, Hacienda e Innovación del Gobierno balear, Lluis Ramis de Ayreflor, subrayó el lunes que la aplicación del nuevo impuesto que grava a las empresas de rent a car se puede negociar con el sector y con la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) hasta casi el próximo verano, cuando realmente se comienza a aplicar el nuevo gravamen por la mayor contratación de este servicio entre los turistas.
El consejero precisó que el Gobierno no ha aplazado ni modificado su decisión de aplicar este impuesto tras ver la respuesta de la CAEB y el nuevo posicionamiento de la única patronal de alquiler de vehículos que respaldaba el gravamen del Ejecutivo. "Teníamos previsto que iba a ser una negociación larga y un tema para muchos meses, pero no con una rebaja del impuesto", reiteró.
En declaraciones a Ultima Hora Punto recogidas por Europa Press, Ramis de Ayreflor mostró su seguridad de que el Ejecutivo autonómico llegará a un acuerdo con el sector porque, según destacó, el impuesto no tiene finalidad "recaudatoria" y no menguará las cuentas de rentabilidad de las empresas del sector.
"¿Por qué se puede conseguir un coche de alquiler por diez euros en Baleares y por 50 euros en la Península?", se preguntó Ramis de Ayreflor, que comentó que, por estos bajos precios, las empresas radicadas en las Islas no logran la rentabilidad oportuna, provocando, además, que las condiciones laborales empeoren, situación que ha llevado al Gobierno balear a actuar.
El consejero reconoció la necesidad de que el Gobierno multiplique sus esfuerzos para que el sector turístico internacional, principalmente los turoperadores, entiendan que no se trata de un "impuesto contra el turismo", sino que se trata de una "normativa de política económica e interna con el objetivo de regular el sector".
Ramis destacó que el Gobierno autonómico ha conseguido diagnosticar un problema (los bajos precios en el sector por competencia desleal de empresas de fuera que llegan a Baleares), pero no en ofrecer la solución, aunque subrayó que hay "muchos meses para negociar tranquilamente". (HOSTELTUR) (transportes@hosteltur.com)
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