Tanto la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), como la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) han expresado su más rotundo rechazo ante la decisión del gobierno francés de sacar adelante una tasa que grave los billetes aéreos para financiar la ayuda al desarrollo y la lucha contra las grandes pandemias.
Tanto la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), como la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) han expresado su más rotundo rechazo ante la decisión del gobierno francés de sacar adelante una tasa que grave los billetes aéreos para financiar la ayuda al desarrollo y la lucha contra las grandes pandemias.
Giovanni Bisignani, presidente de la IATA, aseguró que si "Francia está realmente interesada en solucionar los problemas de los países en desarrollo, debería empezar por eliminar los problemas que ella crea". "La creación de la tasa es una decisión política destinada a desviar la atención sobre su incapacidad para eliminar las barreras que limitan el acceso a sus mercados", añadió.
Bisignani propuso que Francia desvíe parte de los fondos de ayuda a la agricultura que recibe de la Unión Europea (UE), considerando que estas ayudas mantienen artificialmente "al sector agrícola europeo, a expensas de las naciones en vías de desarrollo".
El presidente de la IATA afirmó que Francia "no conoce las necesidades del mundo en vías de desarrollo, sino que además, no se da cuenta de lo que ocurre en su propio terreno. Las aerolíneas y sus pasajeros realizan una contribución neta de 726 millones de euros a través de las ya excesivas tasas e impuestos.
Por su parte la AEA aseguró que la decisión "desafía cualquier tipo de sentido común", según palabras del secretario general Ulrich Schulte-Strathaus. "Nuestra industria está realizando muchos esfuerzos para recobrarse de las importantes pérdidas provocadas por el aumento del precio del combustible, para invertir en nuevas tecnologías que ayudan a obtener mejoras ambientales, y ahora se nos trata con mano dura encareciendo nuestro producto", añadió.
"Nuestros cálculos indican que cerca de la mitad de los ingresos procederán de viajes de negocios de largo recorrido, lo que en el caso de Francia corresponde a menos del 5% de los viajeros. Sorprendentemente, cerca del 30% lo pagarán viajeros que viajan a África, donde irá la mayor parte de las ayudas. No alcanzo a ver como aumentando el precio de los negocios con África trae beneficios humanitarios", aseguró el representante de AEA.
El Consejo de Ministros francés aprobó el pasado miércoles esa "contribución de solidaridad" impulsada por el presidente del país, Jacques Chirac, y que entrará en vigor en Francia el próximo 1 de julio. La implantación del impuesto, que oscilará entre 1 y 40 euros por trayecto y que pagarán los viajeros que embarquen en Francia, ha generado críticas en el sector aéreo, que teme que lleve a la pérdida de miles de pasajeros y de empleos. (Carlos Álvarez/HOSTELTUR)(transportes@hosteltur.com)
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