Casi un año después, los países afectados por el tsunami del 26 de diciembre confían en que la temporada de invierno sea buena y acabe por fin con la prolongada crisis que ha hecho caer las llegadas y los ingresos por turismo durante los últimos once meses.
Casi un año después, los países afectados por el tsunami del 26 de diciembre confían en que la temporada de invierno sea buena y acabe por fin con la prolongada crisis que ha hecho caer las llegadas y los ingresos por turismo durante los últimos once meses.
Sin embargo, la evaluación de la Organización Mundial del Turismo (OMT) sobre la recuperación indica que la capacidad de los hoteles y la de las líneas aéreas que viajan a la costa de Andamán, en Tailandia, a Sri Lanka y a las Maldivas sigue siendo muy inferior a la que existía antes de la tragedia. La evaluación concluye que la plena recuperación no será posible hasta que se restablezca enteramente la capacidad a lo largo de 2006.
El estudio forma parte del Plan de Acción de Phuket para la reactivación del turismo en los países afectados por el tsunami, incluido Indonesia. Dicho Plan se preparó en una reunión especial de urgencia del Consejo Ejecutivo de la OMT que se celebró en Phuket el pasado mes de enero y que sentó las bases para una actuación sin precedentes, con casi 40 proyectos de recuperación del turismo, entre los que figuraban actividades como viajes de familiarización, estudios de mercado, iniciativas sobre comunicaciones, seminarios, análisis sobre seguridad, asistencia en materia de planificación y la organización de la Conferencia Regional sobre las Comunicaciones en el Turismo (TOURCOM) en Bali el pasado mayo.
La recuperación de las llegadas de turistas a los complejos de playa afectados por el tsunami se ha hecho de rogar. Las estadísticas oficiales más recientes muestran que las llegadas a Phuket fueron la mitad en agosto, mientras que en octubre las llegadas a las Maldivas seguían siendo un 23% más bajas y las pernoctaciones de extranjeros en la costa sur de Sri Lanka habían descendido un 53% en agosto. No obstante, los complejos de playa de los tres países afirman haber recibido reservas anticipadas para diciembre y enero de entre el 80% y el 90%. La disminución de la capacidad es más evidente en Tailandia: en la isla de Phi Phi, por ejemplo, sólo hay 400 habitaciones disponibles, frente a las 2.000 que había antes del tsunami, y en Khao Lak, duramente afectado, menos de 500 de sus 6.000 habitaciones se han vuelto a abrir.
Indonesia presenta una curva de recuperación diferente. Puesto que las instalaciones turísticas no resultaron dañadas por el tsunami que destruyó Banda Aceh. Las llegadas a Bali crecieron de hecho entre marzo y septiembre. Los atentados terroristas del 1 de octubre volvieron a golpear al turismo con un descenso estimado del 37% en ese mes. Sin embargo, los funcionarios esperan que la recuperación sea más rápida que después de los atentados de Bali de 2002, ya que la seguridad se ha reforzado y se han mejorado las comunicaciones.
(HOSTELTUR) (actualidad@hostetur.com)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.