La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que agrupa a más de once mil establecimientos de todo el país, expresó su "rechazo tajante" a la Ley Antitabaco aprobada ayer por el Congreso de los Diputados, si bien aseguró compartir con las autoridades europeas y nacionales su preocupación por los daños que causa el tabaco a sus clientes y empleados.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que agrupa a más de once mil establecimientos de todo el país, expresó su "rechazo tajante" a la Ley Antitabaco aprobada ayer por el Congreso de los Diputados, si bien aseguró compartir con las autoridades europeas y nacionales su preocupación por los daños que causa el tabaco a sus clientes y empleados.
Como ya ha sido difundido, la normativa establece expresamente, entre otras medidas, que en los bares y restaurantes con más de 100 metros cuadrados deberán habilitarse, "en el plazo de ocho meses", zonas para fumadores, siempre y cuando estén separadas del resto de las dependencias y cuenten con sistemas de ventilación. Aquellos que tengan una superficie inferior podrán elegir si definirse como establecimiento para fumadores o no y deberán indicarlo claramente en la entrada.
CEHAT argumenta su reprobación a la ley por distintas razones. En primer lugar, considera que la normativa pone a la hostelería en posición de "policía y guardián de la salud de sus clientes". Además estima que ocho meses es un plazo demasiado corto para poder acondicionar los locales a las exigencias legales, ya que aún no se han determinado las características concretas que han de cumplir los establecimientos hoteleros y que ahora pasan a ser competencia de las comunidades autónomas.
Adicionalmente, los gastos que deberán realizar los establecimientos para disponer de áreas separadas de fumadores y no fumadores dañarán, a su juicio, la cuenta de explotación de las empresas, sumándose a "la dramática perdida de rentabilidad que se viene produciendo desde el año 2001 en el sector hotelero, sin que se haya previsto ningún tipo de ayudas para hacer frente a las inversiones".
Por último, CEHAT destaca que la Ley sitúa a la hostelería como responsable subsidiario de un hábito social que ha sido favorecido por la Administración y del que se beneficia por los impuestos, recurriendo al mecanismo sancionador y a la presión sobre el sector, convirtiéndole en la principal victima de la actividad legislativa. "Resulta inconcebible que al ciudadano que encienda un cigarro en un establecimiento se le imponga una sanción de 30 euros, mientras que al hotel se le pretenda imponer multas de hasta 10.000 euros", concluyen.
Hosteleros autónomos se suman a las opiniones anti-ley
Por su parte, la Organización de Profesionales y Autónomos (OPA) de Hostelería considera que la Ley del Tabaco perjudica de forma grave al personal autónomo del sector y pide que se elimine la responsabilidad jurídica del hostelero cuando se detecte que hay un cliente que fuma.
Advierten que su colectivo es el que se verá más afectado por la nueva normativa, ya que la mayoría de sus establecimientos tienen entre 100 y 150 metros. A esto suman la exigencia de que las zonas para fumadores deban ser habilitadas en lugares que no sean de paso, lo que dificulta aún más la adaptación a la norma. La OPA concluye que hubiera sido mejor prohibir de forma total el tabaco en todos los establecimientos, lo que garantizaría mejor la competitividad.
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