La Organización Mundial del Turismo (OMT) está dividida en cuanto a las medidas que debe tomar para que el sector turístico no esté desprevenido ante una posible epidemia de gripe aviar, como ocurrió con la neumonía asiática (SRAG) en 2003.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) está dividida en cuanto a las medidas que debe tomar para que el sector turístico no esté desprevenido ante una posible epidemia de gripe aviar, como ocurrió con la neumonía asiática (SRAG) en 2003.
A sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, está a favor de la creación de una delegación permanente de su organismo en Ginebra, a fin de estar "lo más cerca posible de la fuente de información más cualificada". Sin embargo, la propuesta de Frangialli se encontró durante la última Asamblea General del organismo con el rechazo de algunos de los estados miembros, con España a la cabeza, lo que hizo aplazar la toma de una decisión al respecto.
En declaraciones a Efe, Frangialli mostró su preocupación por la gripe aviar, ya que si se convierte en una epidemia "el transporte y el turismo serán las (industrias) más afectadas por la limitación que se pone en esos casos a la movilidad, incluido el cierre de fronteras", a fin de evitar el contagio. Además, los expertos de Ginebra opinan que la mutación del virus, "mucho más virulento que el del SRAG", no es "una eventualidad, sino casi una certeza", según le advirtió a Frangialli el director general de la OMS, Lee Jong-wook, en noviembre pasado.
Pese a coincidir con el análisis de Frangialli sobre el impacto que tendría en el sector turístico una epidemia de estas características, el secretario general de Turismo de España, Raimon Martínez Fraile, manifestó a Efe su rechazo a la iniciativa, debido a la burocracia que crea el mantener "una embajada permanente de la OMT en la OMS". El presupuesto previsto para esa integración es de 250.000 euros, asunto que no es lo que preocupa a Martínez Fraile. Insistió en que España está "en contra de dar soporte a una mayor burocracia" en el seno de la OMT, que cuenta ya con una estructura, "independiente de su secretario general", para gestionar las situaciones de crisis. Lo que propone nuestro país es reforzar dicho gabinete de cara al seguimiento de la evolución de la gripe aviar, para actuar cuando surjan los problemas de movilidad, agregó.
En cambio, a juicio de Frangialli, la presencia de un experto en turismo en Ginebra es necesaria, porque permitirá a la OMT disponer de "información cierta y en tiempo real" para poder trasladarla a las administraciones nacionales de turismo y al sector privado.
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