La huelga de 24 horas que los pilotos y técnicos de Aerolíneas Argentinas iniciaron ayer afecta ya a 10.100 pasajeros y ha obligado a la empresa del grupo español Marsans a cancelar nueve vuelos internacionales y 29 domésticos.
La información fue suministrada por la compañía tras indicar, en un escueto comunicado, que sólo 9.400 de los 19.500 pasajeros que tenían billetes para ayer pudieron viajar a sus destinos, ya que lo hicieron antes del mediodía, cuando comenzó la medida de fuerza.
La huelga provocó un verdadero caos en el aeropuerto de Buenos Aires y en el de Ezeiza, situado a las afueras de la capital argentina y destinado a vuelos internacionales.
El paro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) comenzó ante el fracaso de las negociaciones salariales y de condiciones laborales con la empresa.
En diciembre pasado ambos sindicatos realizaron una huelga que duró nueve días y concluyó tras un acuerdo provisional con Aerolíneas alcanzado con la mediación del Gobierno argentino. En ese momento, los dos gremios y directivos de la línea aérea de bandera argentina, que, junto con su subsidiaria Austral, lidera el mercado de vuelos domésticos, suscribieron un pacto a partir del cual las medidas de fuerza fueron suspendidas 90 días.
Después de varios días de deliberaciones en la sede del Ministerio de Trabajo, las negociaciones entre las partes fueron dadas por concluidas el miércoles por la noche, cuando dirigentes de APLA y APTA hablaron de un "fracaso rotundo" de las mismas. Por su parte, la empresa argumentó que el planteamiento efectuado esta semana por los sindicatos constituye "una nueva agenda de temas", algunos de los cuales "no fueron anteriormente reclamados". Aerolíneas Argentinas ratificó "la propuesta presentada el día 1 de marzo, la cual resuelve de manera favorable la mayoría" de las reclamaciones gremiales.
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