El turista chino viaja a España en busca de monumentos, ciudades evocadoras y, cómo no, asistir a una corrida de toros, a un tablao flamenco o a un Madrid-Barcelona, según se pudo apreciar este fin de semana en la Feria Internacional de Turismo de Pekín.
"El turista chino viene con una imagen de España y no se le puede defraudar, aunque hay que enseñarle que eso existe, pero que además hay muchas más cosas", explicó Arturo Claver, consejero de Turismo de la Embajada de España en la capital china. Hacer saber que España es el segundo país del mundo, después de Italia, con más bienes patrimonio de la humanidad, con bellos paisajes y con una extensa gastronomía "no tan distinta de la china", como apuntó Claver, es la lucha constante de las agencias de promoción turística españolas en el gigante asiático.
"Rascar" viajeros a los circuitos europeos es una de sus principales misiones, ya que el turista chino que viaja a Europa suele optar por las grandes capitales como París o Roma, dejando la Península Ibérica para una segunda visita, según explicó Manuel León, representante de la agencia de promoción del turismo andaluz. Esta tendencia, afortunadamente, está cambiando, "y más agencias se van dando cuenta de que Europa está saturada de monumentos y no hace falta viajar a cinco países", apuntó Claver.
Sin embargo, cambiar la mentalidad del turista chino, que recorre medio mundo para disfrutar de ocho días de vacaciones, no es fácil, por lo que los circuitos que optan por España suelen incluir visitas a Portugal y Andorra. Las ciudades más visitadas de España son, obviamente, las más conocidas, Madrid y Barcelona, aunque algunas agencias incluyen ya en sus paquetes capitales como Zaragoza, Valencia o el trío andaluz por excelencia: Sevilla, Córdoba y Granada.
Turista urbano-monumental
El visitante chino, a diferencia de la mayoría de los alemanes o británicos que buscan sol y playa, es un turista "urbano-monumental", al que se le lleva a ver museos y conjuntos monumentales, "pero nunca en detalle, porque no son expertos y se cansan", según explicó Claver. "Pero, ojo, a los chinos también les gusta la playa, lo que pasa es que no se pasan 11 horas en un avión para ir a bañarse, para eso van a las Maldivas, como muy lejos", afirmó.
La gastronomía también seduce a los chinos que nos visitan. "No es verdad que sólo pidan comida china, la española les gusta, lo que sucede es que suele ser más cara y ellos prefieren ahorrar para luego hacer compras", según el responsable del turismo español en China. "Nuestra cocina tradicional", continuó, "no contiene muchos lácteos, que a los chinos no les suelen gustar, pero sí es abundante en verduras, legumbres y pescado blanco de mar, que para ellos es un lujo".
El número de visitantes chinos a España no es muy exacto, ya que sólo se disponen de los datos de la policía, que recogen las entradas a la zona Schengen por nuestro país y que en 2005 cifraron el número de ciudadanos chinos en 33.500, un 18% más que en el año anterior.
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