Una serie de pantalanes flotantes, que comenzarán a llegar mañana, y la construcción de un dique rompeolas permitirán ampliar el número de amarres de la zona Cala en Busquets, del puerto menorquín de Ciutadella, y sacarlos así de la parte del Club Náutico. Según han explicado a este medio fuentes de la Consejería de Obras Públicas de Baleares, estas medidas temporales permitirían abrir provisionalmente el puerto dentro de unas dos semanas.
Las mismas fuentes aseguran que desde el Club Náutico se han mostrado a favor de renunciar a los amarres "siempre que haya una solución definitiva" y que consiste en "sacar el tráfico comercial fuera del puerto".
La instalación no será abierta definitivamente hasta que no se tomen las decisiones mínimas para garantizar la seguridad y que pasan por lo establecido en el informe de la consultora Siport, con el fin de evitar la situación de peligro de las "rissagues" y la concentración dentro del puerto de gran cantidad de embarcaciones de todo tipo. El documento recoge la necesidad de suprimir más de medio centenar de amarres, con el objeto de dejar libre el canal para la entrada y salida de barcos de línea regular, con esloras de ochenta y noventa metros.
Estas conclusiones fueron adoptadas después de que la consejera de Obras Públicas, Mabel Cabrer, se reuniera ayer por la tarde con los diferentes colectivos afectados por el cierre. Todos ellos, según las fuentes mencionadas anteriormente, están en contra de que el tráfico comercial continúe dentro del puerto. Con la intención de conseguir una solución definitiva lo antes posible, desde la Consejería van a intentar adelantar el encuentro con el Consell de Menorca, que en principio está previsto que se celebre el 13 de julio.
Araceli Guede (transportes@hosteltur.com)
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