La recién constituida Mesa del Turismo de la Costa del Sol promete velar por el desarrollo sostenible

Entre los fines de la asociación también figura actuar como "interlocutora y mediadora" entre los diversos sectores empresariales y sociales y las autoridades públicas y privadas, explicó ayer en rueda de prensa su presidente, Antonio Espinosa, quien aclaró que "el germen de esta organización" surgió hace ocho años en el Foro Marqués de Nájera, aunque este proyecto se demoró "por la dificultad que supone aunar voluntades". Espinosa es partidario de trabajar por un desarrollo sostenible de la Costa del Sol que implique la adecuación de las infraestructuras a la población actual y futura, pero "no en beneficio de los de siempre". En este sentido, considera "un disparate meter 550.000 viviendas en la Costa del Sol" porque "no va a haber dinero para agua ni depuración", y rechaza un crecimiento "tan desmesurado". Para el presidente de la Mesa, a la Costa del Sol "se le ha ido la mano" en el denominado turismo residencial, y apuntó que "se ha abusado" de la construcción, ya que el 51% del primer kilómetro de litoral está ocupado. Refiriéndose al escándalo de corrupción urbanística en Marbella, Espinosa considera que afectará la imagen de este destino turístico. "Es el mayor escándalo inmobiliario de la historia de Europa" descubierto por la "operación Malaya", y ocasionará que la imagen de Marbella, que es "el buque insignia" de la Costa del Sol, "sufra algún deterioro". "Marbella ha sufrido un torpedo en la línea de flotación, pero estamos achicando agua", manifestó Espinosa, quien justificó la conveniencia del proceso judicial, que permitirá que haya una ciudad "absolutamente renovada".