Las compras de billetes de avión para Quito, Lima o Bogotá están dejándose sentir en la actividad de las agencias ubicadas en pequeñas ciudades o barrios con alto índice de población inmigrante. Muchas de estas agencias aseguran que sus ventas han crecido más del 20% gracias a este nuevo mercado.
La presencia de ciudadanos sudamericanos, africanos, asiáticos o de países del este europeo es ya algo totalmente habitual en las grandes y pequeñas ciudades españolas. Muchos de ellos ahorran para poder viajar a su país a ver a los suyos.
Esta actividad viajera, con uno o dos viajes al año, es especialmente intensa en el caso de los extranjeros que ya tienen permiso de residencia y no necesitan visado, lo que evita el riesgo de no poder volver a entrar en el país una vez que sale.
Precisamente este tráfico aéreo, especialmente entre Sudamérica y España, por parte de los inmigrantes ya establecidos en nuestro país y sus familias, es lo que está generando un apreciable aumento de la actividad en no pocas agencias de viajes.
Este tráfico aéreo es en baso a unos billetes cuyas tarifas no son precisamente las más económicas y dejan un mayor margen a las agencias.
El inmigrante entra donde le tratan bien
Para comprar sus billetes de avión, el inmigrante, además de visitar un alto número de agencias buscando el mejor precio, suele acabar comprando donde no se siente discriminado por su procedencia. "Yo les trato como a clientes normales y corrientes. Como si fueran españoles. Les dedico el tiempo que necesiten y les informo con todo detalle", asegura un agente de viajes de una agencia situada en el madrileño barrio de Pueblo Nuevo, que es de los que más alto índice de población ecuatoriana y peruana tiene.
"La buena atención que reciben es muy tenida en cuenta y comienza a funcionar el "boca a boca", y cada vez vienen más a comprar aquí sus billetes de avión", asegura este agente, quien asegura que el porcentaje de ventas a estos clientes "me supone ya el 30% del total. Además, tienen otra ventaja añadida: pagan en efectivo, por lo que me ahorro las comisiones de la tarjeta".
También es frecuenta el pago en cuotas (a plazos), mediante un acuerdo previo con la agencia.
La afluencia de población inmigrante también ha propiciado la aparición de negocios propios dirigidos a su gente, también en el caso de los viajes. No obstante, las agencias de viajes que abren (casi todas en manos de ciudadanos sudamericanos) lo hacen sin conexión a ningún GDS y sin licencia IATA, y muchas veces ligadas a un locutorio. Lo que hacen estas agencias es acudir a otras IATA y comprar allí a petición de sus clientes.
Sudamericanos, chinos y eslavos
Entre la clientela de las agencias destacan los ciudadanos de países de Sudamérica (Ecuador, Perú, Colombia y República Dominicana), los de China (un mercado cada vez más pujante) y los de los países del Este, como Polonia, Bulgaria, Rusia, Rumania y Ucrania. Los inmigrantes procedentes de estos últimos países llegaron la mayoría en autobús, pero son de los colectivos con un mayor nivel de ingresos gracias a su alta cualificación profesional en oficios con alta demanda, y se pueden permitir volar ahora a Sofía o Varsovia.
La próxima asignatura, que sigue pendiente, es la compra de vacaciones de estos inmigrantes. Pero, hoy por hoy, la playa y las escapadas de fin de semana todavía no están entre las prioridades de una población más centrada en encontrar una cierta estabilidad en un nuevo país que en irse de vacaciones.
José Manuel de la Rosa (redaccionmadrid@hosteltur.com)
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