La Feria Aeronáutica Internacional de Farnborough le ha permitido al gigante europeo Airbus resurgir, recuperar la confianza del meracdo y fortalcer su cartera de clientes, aprovechando la oportunidad que le ha brindado este evento para sostener un intercambio directo con las compañías, explicar ya calmados los ánimos qué pasó con el A380, presentar dos versiones del 350 y recibir públicamente el respaldo concertado de los ministros el sector de los cuatro países participantes.
Sin duda, la firma de pedidos de compra de 182 aviones por 21.500 millones de dólares (unos 17.000 M €) de doce compañías aéreas de distintos continentes, rebasando a su rival estadounidense Boeing, es un buen balance. Sin embargo, el espaldarazo ministerial ha sido demostración, para analistas, de que permenece aún con más fuerza la disputa de poderes entre los gobiernos involucrados y, con ello, el riego de la burocratización de la conducción de la empresa.
Tras haber quedado atrás la crisis desatada luego de admitir los retrasos de entrega del superjumbo A380 y que las acciones de European Aeronautic, Defence & Space (EADS), principal accionista, cayeran en cerca de un 25%, tres gobiernos europeos quieren aumentar su dominio en EADS en respuesta a los problemas de Airbus. Francia desea mayor peso en la gestión diaria del grupo. Gran Bretaña, participar en el consejo. Y España aspira a aumentar ampliamente su actual participación del 5%. Mientras la parte alemana trata de contener la intervención política en la marcha de la empresa.
Públicamente, en el marco de la feria, los representantes de los cuatro gobiernos que participan en el consorcio Airbus -Alemania, Francia, España y el Reino Unido- han coincidido en expresar su satisfacción por la buena marcha del proyecto de fabricación del A380. También se han mostrado contentos por "los excelentes resultados" alcanzados por la empresa a lo largo del 2005, debido a que los pedidos no han dejado de crecer y a la competitividad alcanzada por los productos.
El proyecto de fabricación del A380 verá sus primeros resultados a finales de año, con la entrega de los primeros aparatos a Singapore Airlines. También Airbus consiguió el respaldo oficial para poder continuar con sus programas de "innovación y desarrollo en el contexto de competencia internacional", clave para enfrentarse a Boieng, cuyo puntos fuertes son estos precisamente.
Uno de estos clientes que han mostrado su confianza en Airbus es Singapore Airlines, que acapara un tercio del valor de los contratos de Airbus. La aerolínea anunció el viernes su intención de adquirir 29 aviones Airbus -20 nuevos A350 y nueve gigantes A380- por un valor total de 7.500 millones de dólares (unos 6.000 millones de euros). Una importante señal de recuperación de la credibilidad en el mercado, ya que fue esta aerolínea la primera que hizo solicitudes de compra del super jumbo de Airbus y también la que lideró las rescisiones de contratos una vez que el fabricante anunció su segundo retraso de entregas del superjumbo.
Diana Ramón (transportes@hosteltur.com)
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