La explosión de un artefacto causó ayer por la tarde la muerte de al menos tres personas en Antalya, ciudad turística de Turquía. La deflagración provocó también más de una veintena de heridos.
Este hecho se produjo menos de 24 horas después de que cuatro detonaciones dejaran 27 heridos en Estambul y en Marmaris, otro de los destinos turísticos del país. El primer ataque se perpetró en la capital, con un paquete bomba y dejó, según indicaron los medios locales, seis heridos, todos ellos turcos.
En Marmaris, las bombas estallaron sobre las 23:00 horas, casi de manera simultánea, bajo el asiento de un minibús, cerca del puerto de la localidad y finalmente en una zona residencial. Hubo 21 heridos de los cuales diez eran turistas de Gran Bretaña.
Estos atentados han sido reivindicados por los Halcones de la Libertad del Kurdistán, un grupo terrorista kurdo. En su página web tratan de disuadir a los extranjeros que quieran pasar sus vacaciones en el país. A este grupo se le relaciona con el ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
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